Brizuela sobre el aumento de tarifas: “Siempre el ajuste lo paga el trabajador”

Regionales 07 de abril de 2024 Por Tribuna
Aclaración. El titular del gremio de Luz y Fuerza dijo que se debe dejar en claro que el aumento de las tarifas eléctricas es una medida nacional, no decidida ni por EPEC ni por las cooperativas.
MAXIMO BRIZUELA
Brizuela. “Con nuestros salarios, estamos por debajo del poder adquisitivo”

La quita de subsidios nacionales a los consumos de la energía eléctrica, derivó en un aumento importante del costo del servicio. Desde el mes de febrero impactó en la categoría más elevada que son la mayoría de los consumidores. Y en mayo terminará afectado al resto de las escalas.

Desde el Sindicato Regional de Luz y Fuerza, que agrupa a los trabajadores de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba, de las cooperativas distribuidoras y de la Central Nuclear de Embalse, expresaron su preocupación por los aumentos, y advirtieron que podría ocasionar una inédita cesación de pagos por parte de los usuarios, tanto sea residenciales como industriales y comerciales. 

En ese contexto, defendieron la posición tanto de EPEC como de las cooperativas, al subrayar que su única función es trasladar un aumento al consumidor final, que también la Nación les impone en el precio mayorista a estas distribuidoras.

Máximo Brizuela, secretario General del gremio, dialogó con TRIBUNA sobre el tema.

-¿Desde su sector cómo analiza el panorama frente al aumento de las tarifas eléctricas?
-Con mucha preocupación. A nuestro entender está mal informado (el tema), porque la suba de la energía es solo responsabilidad del Gobierno nacional, que ha quitado todos los subsidios. No es un gobierno que toma medidas analizando la situación de todos los argentinos. Con el nuevo encuadramiento de las tarifas, el Gobierno nacional tiene una grave responsabilidad. Tanto EPEC como las cooperativas, respetan lo que dice el mercado, porque de lo contrario no podrían comprar la energía (al mayorista Cammesa). Incluso Cammesa a nivel nacional, está embargando algunas cuentas de cooperativas y empresas nacionales por falta de pago. Esto es una cadena, si el usuario no paga, las distribuidoras no pueden pagar tampoco sus facturas (mayoristas). Entendemos el enojo de la gente, que también compartimos, pero se traslada al trabajador de Luz y Fuerza que está cumpliendo una tarea esencial.

“Tenemos que tener unión y diálogo entre los políticos, con medidas que apunten a la producción y al trabajo”.

-¿En qué sentido?
-Si el compañero no está controlando en forma permanente el sistema eléctrico, las ciudades no tendrían energía.

-¿Desde el sindicato observan un escenario peligroso, en donde la gente no pueda mayormente pagar la factura a pesar de las facilidades en cuotas de la Provincia, o descuentos de alguna Cooperativa como la de Río Tercero?
-Sí, porque como trabajadores también somos usuarios. Muchos dicen que el trabajador del sector eléctrico no paga la energía. Sí lo hace, cómo no. Sabemos que la gente lo está pasando mal con estas medidas, con aumentos permanentes en todo: internet, supermercado, combustibles, ropa, medicamentos, en el hogar se siente. Además, como vecinos y trabajadores, nos cuesta  ir a hacer el corte del servicio en casos por falta de pago. Hay sectores del trabajo que están paralizados. Siempre los ajustes los hacen con la clase trabajadora. Cuándo se para esto.

-¿Temen que haya un incremento en la cantidad de cortes por morosidad?
-Nos preocupa porque conocemos que la gente no puede pagar, y ahora menos con el incremento del gas natural. Se habla de un 300 por ciento. Hasta cuándo puede aguantar el bolsillo del hogar.

-¿Cómo se ubica Luz y Fuerza en su nivel salarial?
-Estamos por debajo del poder adquisitivo. Hace varios años que venimos por detrás de la inflación. Nosotros venimos hablando con las empresas que tienen que tratar de acompañar al trabajador, que la está pasando mal.

-Se estima que las empresas verán en peligro su nivel de inversiones, que puede llegar a repercutir en la calidad del servicio.
-Como trabajadores no somos irresponsables en los pedidos a la patronal, porque tenemos que resguardar la fuente laboral. Todos los insumos son a valor dólar. Para comprar un transformador o cable preensamblado, se requiere de dólares. Y hay veces que no lo pueden comprar.

-¿Cómo se encuentran con la provisión de elementos de trabajo y de seguridad para la tarea diaria?
-En EPEC está faltando personal. Se han retirado muchos trabajadores con la pasividad anticipada. Hay sectores de trabajo que están desmantelados y otros con falta de compañeros, que están haciendo doble turno.  Están exigidos. A las empresas les decimos que tienen que tratar de resguardar al trabajador, porque la sobrecarga horaria puede implicar un riesgo para su integridad. 

“Como trabajadores no somos irresponsables en los pedidos a la patronal, porque tenemos que resguardar la fuente laboral”. 

-¿Cuál es el nivel de preocupación de LyF sobre las cesantías de personal en el Estado?
-Cuando salió la idea de las privatizaciones y el achique del Estado, estaba la Central Nuclear de Embalse (donde Luz y Fuerza tiene numerosos afiliados). Como está en nuestra jurisdicción, nos pusimos a trabajar y hemos tenido reuniones con el gobierno y la empresa Nasa. Les manifestamos nuestra preocupación. Y nuestra posición. Creemos que no vamos a tener ningún inconveniente con los despidos, pero sí habrá otra política de trabajo en cuanto a la administración de la Central. Estaremos atentos como gremio.

-¿Cuál cree puede ser la salida ante un ajuste que se dice muy necesario para equilibrar las cuentas públicas?
-Es sentarse en una mesa, todos los sectores políticos, para tratar de sacar a la Argentina adelante.Y procurar que todas las medidas no apunten siempre al sector del trabajo. Principalmente cuidando a los que menos tienen. Tenemos que tener unión y diálogo entre los políticos, con medidas que apunten a la producción y al trabajo, tratando de no ajustar al mundo del trabajo. Ahora están analizando volver con el Impuesto a las Ganancias. Siempre las medidas son meterle la mano en el bolsillo del trabajador. Afecta al 35% del salario que se lo lleva el Estado. Es muchísimo. Hay que dejar de lado las divisiones y trabajar con mucha responsabilidad, de lo contrario no vamos a salir nunca.

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