Maxi Carranza

La cantante Cintia Arévalo presenta Somos sólo partículas (Los años luz discos), donde interpreta temas de Gabriela, la primera mujer que grabó un disco en el rock argentino. Juan Pablo Ferreyra, como en los dos trabajos anteriores, estuvo a cargo de la dirección musical. Si bien la mano del productor ya es parte de la propuesta, en esta ocasión se destaca su aporte más experimentado, según expresa el texto de prensa. También cuenta con la colaboración de grandes artistas como Fernando Cabrera, Don Vilanova, Flor Bobadilla Oliva, Lorena Astudillo, Nicolás Sanucci y Cecilia Gauna, entre otrxs. La presentación oficial será el sábado 10 de mayo a las 21 en Cultural Thames, (Thames 1426, Palermo, CABA).  Las entradas se encuentran disponibles a través de Passline, hasta agotar la capacidad de la sala. En contacto con TRIBUNA, la vocalista habló del flamante trabajo discográfico, disponible en todas las plataformas digitales.

Revelación
Cintia Arévalo conoció a Gabriela Parodi hace algunos años mirando un documental e inmediatamente comenzó a investigar sobre la cantautora. La primera composición que interpretó fue “Llévame a ver la luna”, la cual se transformó en una compañera más de sus actuaciones en vivo. Todavía faltaba para que surgiera la idea de grabar un disco con sus temas, el que finalmente vio la luz hace poco. El flamante material -Somos sólo partículas- debe su título a una parte del tema “Imágenes del Amazonas” (Gabriela), que oficia de apertura del álbum: “el nombre salió rápido y también me pasó lo mismo con mis discos anteriores. Esa frase destaca el concepto del repertorio, que tiene todo tipo de vivencias; muerte, despedida, saludos, protesta y existencialismo. En este disco aparecen los estados del alma. Más allá de todo, habla de la vida entera”, expresó Cintia Arévalo a este medio.

Repertorio
El listado de temas es el siguiente: “Imágenes del Amazonas” (Gabriela) con Flor Bobadilla Oliva, “Ecos de allá atrás” (Gabriela-Bill Frisell) con Lorena Astudillo, “Viento Rojo” (Gabriela), “Noches de Tilcara” (Gabriela) con Teresa Cruz y Carolina Gómez, “Llévame a ver la luna” (Gabriela), “La Furia” (Gabriela) con Fernando Cabrera,  “Duerme/Ubalé” (Gabriela) con Cecilia Gauna y Don Vilanova, “Haz tu mente al invierno del sur” (Gabriela-Litto Nebbia) y “Sueño transparente” (Gabriela). También participaron Conce Soares (percusión africana, accesorios, cajón y djembé), Nicolás Sanucci (batería), Braian Arévalo (sintetizadores), Diego Escobar (piano) y Lautaro Lunadei (sintetizadores y texturas electrónicas). Los arreglos fueron compuestos por todos los músicos participantes, con la dirección de Juan Pablo Ferreyra. Somos sólo partículas se grabó en 2023 por Federico Nicolao y Francisco Baeza para Eleven Palace Studio (Buenos Aires), Hernán Blanco y Julián García para el Cubo Estudio (Ing. Maschwitz) y Nicolás Sanucci para PAN Estudios (Merlo, Buenos Aires). El arte de tapa estuvo a cargo de la artista brasilera Licia Cháves, con elementos orgánicos sobre papel vegetal. La fotografía de la portada es de Julieta González. Este trabajo contó con el apoyo de SOLUCIONESCN S.A.S., INaMu, Cristian Avejera y Julieta González Fotografía.

Canciones que interpelan
Como se mencionó antes, Cintia Arévalo revisita la obra de Gabriela (1945), una pionera del rock local y nos ofrece exquisitas versiones, especialmente elegidas. Dice la vocalista: “nunca lo pensé como ´voy a cantar a Gabriela por su persona´, sino que fue al revés. Me conmovieron e interpelaron sus canciones, en muchos aspectos y resultaron ser de Gabriela. Más que la idea de hacer un tributo, fue componer nuevas versiones de esas canciones hermosas que escribió esta maravillosa compositora”. Y agrega: “definitivamente este es el trabajo más maduro en varios aspectos: me encuentra mejor parada como productora, pudiendo tomar decisiones que antes se me tornaban tediosas, confusas y difíciles. Desde lo vocal e interpretativo, sin dudas es mi momento más presente, en el que siento que puse todo lo que soy hasta hoy, pero desde un lugar sutil”, señaló la vocalista.

Vínculo hermoso
Cintia Arévalo tuvo una temprana aproximación a Gabriela a través de las redes sociales. Primero comenzó a seguirla en su cuenta de Instagram y luego la etiquetó cuando interpretó “Llévame a ver la luna”. Ahí el contacto se hizo más fluido y Cintia estuvo cuando la cantautora presentó su autobiografía en Buenos Aires, titulada Las mil vidas de Gabriela. Memorias de la pionera del rock argentino (Marea Editorial, 2022). Con la grabación del disco, la relación siguió creciendo hasta convertirse en un ida y vuelta permanente: “ella fue muy generosa. Logramos un vínculo hermoso. Nunca pensé el álbum como un homenaje, pero termina siendo una reivindicación de su carrera. Tuvo una trayectoria muy ecléctica y si te ponés a ver el único disco rockero que grabó es el primero. Después hizo cosas muy diferentes. Por supuesto que la invité a cantar, pero no se dio porque está alejada de la música hace un tiempo”, comentó la artista.

Con (fluir) en el arte
Cintia Arévalo es cantante y actriz. Nació y se crio en Dique Luján, un pueblo del litoral bonaerense perteneciente al partido de Tigre. Su abanico de trabajos incluye el folclore latinoamericano, el teatro musical y la docencia. La búsqueda de la exquisitez en la interpretación, la profundidad de su voz y una contundente presencia en el escenario, son las características que la destacan como artista. La selección del repertorio y los arreglos originales de sus producciones discográficas, son la perfecta fusión entre la música de raíz ancestral, más su impronta fresca y novedosa.  En sus comienzos, su carrera se desarrolló principalmente dentro del teatro musical, participando de importantes obras dirigidas por Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler. Hasta el momento, posee tres discos editados: Mujer Río (2017, Independiente), Navegante (2021) y el más reciente Somos sólo partículas (2024), estos dos últimos editados por el sello Los Años Luz. Desde el Delta del Paraná, desemboca el nuevo trabajo de Cintia Arévalo, una artista atravesada por el agua de los ríos, que siempre dan al mar de la creación musical.