Dos condenas y una prisión preventiva por aberrantes casos de abuso contra menores

Hay cierta perplejidad entre los jueces y fiscales por la cantidad abusos sexuales contra menores de edad, que llegan a la etapa judicial. Los casos equivalen a un gran porcentaje de las investigaciones penales en curso y las que terminan en juicio.

Esta semana fueron tres los casos aberrantes que tomaron estado público: dos en juicios con duras condenas, y el restante con una prisión preventiva dispuesta por la Justicia contra el agresor.

Abuelo abusador
Uno de los más conmocionantes fue el de un abuelo de 77 años, que fue condenado a 13 años de cárcel en un juicio abreviado conducido por el vocal de la Cámara del Crimen Marcelo Ramognino, por haber abusado sexualmente de su nieta en el período comprendido entre noviembre de 2006 y noviembre de 2014, cuando la menor tenía entre 4 y 12 años de edad.

El delito fue cometido por el adulto en Santa Rosa de Calamuchita, cuando él junto a su esposa viajaban de vacaciones desde Buenos Aires. 

Según la investigación, la víctima denunció que los abusos mayormente se producían de noche en la misma habitación y cama que compartían con su abuelo.

La denuncia que inició la investigación, fue realizada por la adolescente cuando cumplió 18 años, y fue confirmada por las pericias en la etapa de instrucción. El ahora condenado negó siempre su participación, pero en esta ocasión admitió su culpabilidad en un juicio abreviado, al que llegó detenido.

Por tratarse de un hecho de instancia privada, los datos filiatorios tanto del acusado como de la víctima, no se publican.

El adulto mayor recibió la dura condena por ser autor de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y promoción a la corrupción agravada por el vínculo en concurso ideal”. La cantidad de años que el magistrado decidió para la pena, está basada, primordialmente, en lo establecido en el artículo 119 del Código Penal para este delito, que reprime la conducta que el condenado ejerció sobre las zonas íntimas del cuerpo de la menor y cuyos detalles -que figuran en la causa- son irreproducibles.

Otro depravado
En tanto, en otro juicio abreviado presidido por la jueza Guarania Barbero, un hombre de 39 años fue condenado a seis años y ocho meses de cárcel, por abusar de una menor de unos 13 años en le seno familiar. Fue encontrado culpable de abuso sexual gravemente ultrajante y promoción a la corrupción agravada. En este caso tampoco se brindan ni las identidades ni el lugar en el que se cometió el delito, para preservar la integridad e intimidad de la niña.

Abusó de sus cuatro hijas
Asimismo, la fiscal de Instrucción Paula Bruera, dictó la prisión preventiva de un hombre de 49 años por la comisión de delitos contra la integridad sexual de tres hijastras menores de 16 años de edad y una hija biológica de 5 años de edad.

Los hechos se habrían cometido durante un extenso período de tiempo, aproximadamente durante cinco años, en un contexto de amplia vulnerabilidad, de violencia física, sexual y de género, acontecidos “intra muros” dentro la esfera familiar.

En ese marco, de los testimonios y la prueba recolectada, surgieron indicios que permitieron a la fiscalía sostener que el sujeto aprovechaba la ausencia de la progenitora de las menores y se valía de violencia sobre ellas para satisfacer sus impulsos sexuales.
   

Las actuaciones se iniciaron el 4 de diciembre de 2023, cuando una de las víctimas de doce años se presentó en el domicilio de un vecino solicitando auxilio, aduciendo que habría recibido golpes físicos y que su padrastro había abusado de ella al igual que sus hermanas.

La investigación se llevó a cabo por medio de exposiciones informativas receptadas en Cámaras Gesell a las cuatro menores víctimas, atento a su temprana edad, como también por medio de abordajes psicológicos realizados por Policía Judicial de la provincia de Córdoba, informes del Equipo de Interdisciplinario dependiente de la Municipalidad del lugar de los hechos, entre otros medios de prueba recolectados.  A la fecha el acusado continua detenido en el establecimiento penitenciario y restan incorporar pericias psicológicas ordenadas, se informó desde la Justicia.