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Fabricaciones Militares podría transformarse y crecer, si acepta que su modelo está agotado

El intendente Ferrer dijo estar seguro que el modelo de trabajo que desde hace décadas se viene desarrollando en Fabricaciones Militares, más cercano a los años '40 que al siglo 21, “no va más”.

Locales 05/02/2024 Tribuna Tribuna
FABRICA MILITAR

En medio de las negociaciones por el tratamiento de la llamada ley ómnibus en el Congreso de la Nación, diputados opositores lograron que algunas empresas estatales, entre ellas Fabricaciones Militares, fueran retiradas del paquete de privatizaciones. Si la ley finalmente es aprobada en ambas Cámaras, la empresa pública no quedará sujeta a una posible venta.

Sin embargo, el tema no está cerrado. Aún el Gobierno nacional puede cerrar la empresa o transformarla en sociedad anónima, en función de lo que establece el decreto de necesidad y urgencia que podría tener vigencia plena. 

Antes que se conociera la decisión de eliminar a FM de la lista de firmas privatizables,   el intendente Marcos Ferrer planteó un fuerte debate acerca de la incorporación de otros capitales (privados y públicos) en la empresa. Fue el punto de partida que luego el jefe comunal ratificó y amplió.

Ferrer, en declaraciones a algunos medios de prensa, se mostró a favor de apoyar una transformación de la Fábrica Militar, no solo para evitar su cierre, venta o desguace, sino para potenciar sus capacidades.

El intendente deslizó como una buena oportunidad la idea del Gobierno nacional de transformar las empresas públicas en sociedades anónimas para permitir el ingreso de capital privado a partir de la compra de acciones. Esa alternativa fue plasmada en el DNU presidencial.
 

Dijo que una SA sería una salida muy viable ante el cambio de época y de paradigma que plantea el gobierno del presidente Milei, que implica que el Estado abandone su rol empresario.

Citó el ejemplo de YPF, que “funciona muy bien”, siendo una empresa competitiva y a la vez estratégica con control estatal.

Ferrer dejó en claro que eso no implica que no siga defendiendo la preservación de los puestos de trabajo, que consideró innegociable.

Pero sí avanzar en otro modelo productivo y de gestión para la Fábrica, ampliando su capacidad y sumando un nuevo parque industrial en las casi 70 hectáreas ociosas que la planta local posee.

Estoy seguro que habrá más trabajo y más unidades de negocio, dijo, sin que el Estado deje su rol de control.

“Lo que no podemos hacer es ir y plantarnos en que la fábrica debe seguir siendo estatal, porque terminaríamos la charla antes de empezarla”, señaló, acerca de la firme concepción que Milei tiene del rol del estado en general y de las empresas públicas en particular. El Presidente entiende que ninguna debe quedar en manos públicas y todo debe ser privatizado. Cabe recordar que Milei fue votado en Río Tercero por el 75% del electorado en el balotaje de noviembre de 2023.

Ferrer reveló que, incluso, la Municipalidad y la Provincia podrían participar con capital accionario en ese eventual nuevo modelo de empresa, potenciando el empleo y la producción. Dijo que ya habló del tema con representantes de la gestión de Martín Llaryora. Reveló que el gobernador comparte la idea. 

En ese marco resaltó que el actual parque industrial de la Municipalidad cuenta con 60 empresas que emplean a 1200 personas. “¿Por qué no funcionaría con la Fábrica Militar?”, se preguntó. Y enfatizó que siempre estará del “lado del laburante”.

El tema fue analizado además junto a representantes sindicales de los trabajadores, quienes revelaron que tienen en carpeta varias ideas y proyectos, como la fabricación de viviendas modulares a escala industrial, que podrían ser parte de ese nuevo modelo de gestión.

El pragmatismo de Ferrer pone de relieve algo tan simple como el sentido común. “Tenemos que ser parte de la solución, y gestionar”, dijo el intendente: ver una ventana de oportunidades en los cambios que se proponen.

“No va más”
Ferrer dijo estar seguro que el modelo de trabajo que desde hace décadas se viene desarrollando en Fabricaciones Militares, más cercano a los años '40 que al siglo 21, “no va más”. 

Y es muy cierto. La empresa es deficitaria, no es competitiva y depende de los fondos públicos para funcionar, que surgen del dinero de los contribuyentes. 

La planta de Río Tercero, con 380 empleados, mantiene en funcionamiento algunas de sus plantas químicas a las que les falta inversión, sobre todo la de nítrico que con tecnología de los años ’80 arroja gases al aire cada vez que se detiene imprevistamente su funcionamiento por desperfectos o cortes de luz.

En el área metalmecánica la producción para la defensa es solo un eslogan y en sus talleres se realizan trabajos menores que la asemejan más a una pyme que a una gran industria, como la reparación de viejos vagones y otras tareas.

En ese sentido Ferrer cuestionó la gestión anterior de Fabricaciones Militares, conducida en Río Tercero por José María “Pecho” López y en Buenos Aires por Iván Durigón, dijo que fue mala dentro de la gestión de Alberto Fernández como el peor gobierno de la democracia.

Enfatizó que no estará de acuerdo en que se proponga una venta vil para su cierre o desmantelamiento. Pero un cambio debe tener.

La ley ómnibus, que se aprobaría en Diputados, prevé que las empresas públicas queden sujetas a privatización. Uno de los cambios que se introducirían a instancias de los diputados radicales, algunos del espacio de Ferrer, es que las privatizaciones se puedan discutir luego caso por caso, con una ley cada una, porque no todas las empresas tienen las mismas características ni importancia. No todas son estratégicas. Y la Fábrica Militar ha dejado de serlo hace mucho. 

Precisamente, el nuevo directorio presidido por el empresario Hugo Pascarelli, prepararía el escenario para la transformación de la firma. 

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