El análisis de las presidenciales con mirada riotercerense

Por Nicolás Cravero ([email protected])

Ignacio Liendo es un reconocido analista político, desde hace ya varios años radicado en Córdoba, donde también se desempeña como docente universitario y tiene su empresa de consultoría.

De todos modos, sigue estrechamente ligado a Río Tercero, de hecho, cuenta que nunca cambió de domicilio y cada vez que viene a votar, es a su vez una buena excusa para reencontrarse con familiares y amigos.

En épocas electorales como éstas, suele ser fuente de consulta obligada por parte de diferentes medios de comunicación y en TRIBUNA le proponemos una nueva oportunidad de conectarse con su ciudad de origen, solicitando a cambio su siempre particular punto de vista.

-¿Qué clima político percibe en torno a esta elección presidencial?
    -Justo se cumplen 40 años de democracia, la sociedad argentina ha internalizado fundamentalmente la dinámica electoral, es muy respetuosa de esas instituciones y se vive con cierta alegría todo el proceso. Por otro lado, hay un clima enrarecido que tiene que ver con una fuerte dinámica de polarización que se ha visto durante los últimos 15 años, de peronismo y anti-peronismo, entre (Mauricio) Macri y Cristina (Fernández de Kirchner), Kirchnerismo y Juntos por el Cambio. Lo que ocurre ahora es la irrupción de una nueva fuerza concentrada en la figura de Milei, que hizo una irrupción notable en las elecciones de medio término de 2021 en Buenos Aires. Tuvo una elección sorprendente en las PASO y no tanto en la primera vuelta. El sistema político se ha modificado y no será lo mismo a partir del 11 de diciembre porque la lógica que se venía dando del 2001 para acá ya no existirá y vendrá algo nuevo, ya sea un gobierno de Javier Milei y la Libertad Avanza, que demostró que ya no es tan nuevo con Mauricio Macri y todos los halcones del PRO detrás, o un gobierno de Sergio Massa, que tampoco será lo mismo a lo que fue Cristina, Alberto Fernández o Néstor Kirchner. Por eso genera tanta inquietud esta elección.

-¿Nota que hay bastante gente que no se siente representada por ninguna de las dos alternativas?
    -Hay varias cuestiones. En las PASO hubo un fuerte descenso de la participación, un alto porcentaje de votos en blanco y nulos, ahí tenes un llamado de atención. Por otra parte, la audiencia del prime-time en radio y canales venía descendiendo pero al mismo tiempo los debates suscitaron una gran audiencia televisiva. Hay un alto nivel de politización en la ciudad, todos saben que atraviesa la vida cotidiana y al mismo tiempo, las opciones que aparecen en el supermercado de la política no se unen a esa inquietud de la sociedad. Después de las PASO se puso en marcha fuertemente la maquinaria del Partido Justicialista, sobre todo en la provincia de Buenos Aires y eso hizo que Massa sacara tres millones más de votos y mucha gente que vio en Milei una amenaza a la estructura básica del proceso de democratización y las políticas de derechos humanos, salud y educación pública, se movilizó a votar en contra de esa opción.

-¿Puede haber un alto porcentaje de votos en blanco como tercera expresión?
    -Del debate para acá, el crecimiento de (Juan) Schiaretti fue llamativo, por  lo que vale preguntarse si Unión por la Patria va a poder retener los votos, la respuesta más simple es sí, por los acuerdos con los gobernadores y demás, aunque no está claro que el nivel de participación sea alto porque siempre en la segunda vuelta desciende. La pregunta es si los que le votaron a (Patricia) Bullrich, Schiaretti o la izquierda, tienen un incentivo de votar a Milei o cambiar su voto a Massa o no van a ir a votar, porque para votar en blanco, hay que movilizarse. Es muy difícil de prever, en política uno más uno no es dos. Si haces una cuenta lineal te da que Macri haciendo un acuerdo con Milei, sumaría los votos de la candidata que promovió pero mucha gente de ahí no tiene un incentivo de ir a votar porque no se siente representada por nadie, con lo cual es probable que no voten y baje la participación. Para mí, lo presumible que ocurra es que por la habilidad de Massa de articular una enorme cantidad de actores sociales y políticos, gobernadores, intendentes, sindicalistas, movimientos sociales, empresariado, alianzas interesantes y ser quien maneja los resortes del Estado, tiene la mayor potencia para sostener el voto y multiplicarlo, igual debería conseguir dos millones de votos más de lo que ya consiguió, lo cual es una epopeya. Después viene un aspecto clave, que tiene que ver con Río Tercero y el rol de Marcos Ferrer, un sector del radicalismo, mayormente joven representado por la línea interna Evolución, de (Emiliano) Yacobitti, (Martín) Losteau, (Rodrigo) De Loredo, en Córdoba, (Maximiliano) Pullaro, en Santa Fe, que tienen una profunda voluntad de poder, son un recambio generacional luego de la experiencia fallida de Juntos por el Cambio. Ellos están dispuestos a romper con generaciones mayores y generar una alianza con Massa. Algo que ya hicieron, porque la diputada Gabriela Brower de Koning dio el quórum para el tratamiento del proyecto de Ganancias. Ahí hay que ponerlo a Morales, por más que tenga más de 60 años, ya es socio de Massa en Jujuy porque su vice pertenecía al Frente Renovador. Además, la Unión Cívica Radical yrigoyenista es fundadora del movimiento nacional y popular, de la salud y educación pública, los derechos humanos, bandera que después retoma el peronismo en la década del 40 y 50, por lo que son aliados naturales. Lo que propone la Libertad Avanza con Macri detrás es incompatible con la estructura social y política de la Argentina, que tiene que ver con esos valores elementales del rol del Estado, más allá de la presión mediática y no van a ganar las elecciones, el próximo presidente será Sergio Massa. 

Ignacio Liendo, analista político

-¿Es relevante electoralmente, que los candidatos que quedaron afuera se pronuncien a favor de alguno de estos dos?
    -Para la persona que va a votar no tiene ninguna relevancia y hay estudios al respecto. No existe más esa cuestión orgánica de lo que hace el partido, salvo la izquierda donde se baja una línea dura si no te quedas afuera. 

-O sea, quien votó a Bullrich no necesariamente elegirá Milei.
    -Para nada, salvo algunos con fuerte sentimiento anti-peronista, pero puede generar un efecto contrario. Esta alianza entre gente del PRO y Milei posiblemente genere más rechazo que adhesión.

-¿Córdoba puede tener un papel clave en esta elección?
    -Es el segundo distrito electoral en importancia del país con 8,2 por ciento del padrón, fue decisivo en la elección del 2015 y lo será ahora. Bullrich sacó acá el 40 por ciento que es un montón y Schiaretti, la mayoría de sus votos acá, con lo cual habrá que estar atentos porque va a ser el electorado que más mueva su voto en uno u otro sentido. Si Massa crece en esta provincia, tiene la elección asegurada.

-¿Quién es realmente Sergio Massa?
    -Desde muy joven militó en la UCD y se fue acercando al peronismo a través del menemismo, militando en la campaña de Palito Ortega. Luego se casó con Malena Galmarini, hija de una familia histórica del peronismo bonaerense en la zona de Tigre, cuyo padre (Fernando) “Pato” Galmarini era secretario de Deportes de Carlos Menem, entonces tiene un doble ingreso al peronismo. Se convirtió en diputado bonaerense por el PJ e ingresó a la gestión pública en el gobierno de (Eduardo) Duhalde al ANSES. Después sería jefe de gabinete de Cristina, con quien se enfrentó y formó el Frente Renovador. Es alguien con profundo conocimiento de la política territorial bonaerense y también a nivel nacional, además de conocer todos los vericuetos de la administración. Tiene fuertes alianzas con el sector privado y grupos empresarios.

-¿Quién es Javier Milei?
    -Su trayectoria es totalmente diferente. Es un tipo formado en economía, un analista de proyectos del grupo económico de Eduardo Eurnekian y saltó a los medios de comunicación, convirtiéndose en un personaje interesante, con un discurso disrruptivo que logró fuertes adhesiones en 2021 en Capital Federal, ingresando como diputado y ahí armó la Libertad Avanza sacando en las PASO la friolera de más 7 millones de votos, un fenómeno impactante para un outsider.

-¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades de ambos?
    -Massa es un hombre con gran conocimiento del Estado, voluntad de poder y adicto al trabajo, eso se ve y se transmite. La desventaja es esa trayectoria de que fue y vino del peronismo y del lado de Cristina, a eso la gente se lo factura aunque cada vez menos. Milei es todo lo nuevo, por eso prendió su discurso contra la casta pero después se contradijo con los hechos y sus alianzas, no quiero entrar en diagnósticos médicos, pero salta a la vista que tiene un perfil psicológico controvertido, paradójicamente todo ese combo lo hizo muy atractivo al comienzo, porque decía lo que nadie, con una vehemencia sobre todo para jóvenes varones que podía proyectar ahí sus frustraciones.

-¿Nota alguna ausencia grave en las plataformas electorales de ambos candidatos?
    -Tienen una agenda con temas básicos, pero faltan algunas cuestiones muy importantes y transversales, como otras formas de producir, más ecológicas, cuestiones ligadas a la apropiación del territorio de parte de la sociedad.

-¿Hay razones para esperar que el próximo presidente haga una buen gestión?
    -Sí. Argentina no es cualquier país, es muy importante en el concierto de las naciones, la octava geografía del planeta, con acceso a territorios que serán de alta disputa desde mediados del siglo como los mares del sur y la Antártida, innumerable cantidad de recursos con poca población pero una sociedad bastante integral, mucho capital social en términos de creatividad y profesionalismo y eso es algo muy grande, independientemente de que no lo capitalicemos del todo. Las potencias a nivel global, siempre están atentas a lo que ocurre acá y ya están apostando a la Argentina. Se va a resolver esa polarización entre kirchnerismo y anti, los próximos años serán provechosos para el país con un proceso virtuoso de crecimiento y desarrollo en todos los planos que ya se está viendo más allá de los índices de pobreza, la inflación, el dólar, que no son cuestiones menores, pero el péndulo fue tan lejos que ahora ya está volviendo. El dinamismo de la economía nacional es tremendo, incluso de la economía en negro que no pueden registrar los índices oficiales, hay colas en todos lados, las empresas no paran de producir y hay fuertes búsquedas laborales.

-Entonces, ¿podrá completar dos mandatos el próximo jefe de Estado?
    -Totalmente. Sé que suena a bola de cristal pero es lógico por lo que estamos conversando.