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El cementerio Del Carmen es testigo de la primera tragedia de la ciudad

En una placa del cementerio local se recuerda a quienes murieron durante un ciclón ocurrido en 1919. Además de esa historia muchas otras se esconden en la necrópolis.

Locales21/10/2023TribunaTribuna
LOCALES Cementerio

Los cementerios despiertan diversas sensaciones en quienes los visitan. Algunos se acercan hasta estos lugares porque allí descansan los restos de un ser querido, hay otros que, curiosos recorren los pasillos leyendo lápidas cuyos nombres esconden historias, misterios, secretos y tragedias.

El Cementerio Del Carmen, de Río Tercero, cuenta con visitas guiadas que permiten conocer parte del pasado de la ciudad a través de la vida que tuvieron quienes se encuentran sepultados en este sitio.

Como se dijo, las tumbas del cementerio son testigo de historias, algunas de ellas poco conocidas. La arqueóloga Gisele Ragout camina con frecuencia entre ellas y es testigo de la curiosidad que despierta el camposanto en muchos vecinos.

Cuando a Gisele se le pide que relate alguna historia o dato curioso sobre el cementerio no solo se abren imaginariamente las rejas del lugar, sino también la oportunidad de conocer parte del pasado de Río Tercero.

La primera tragedia
Como testigo silencioso de la primera tragedia de la ciudad, en uno  de los panteones del cementerio hay una placa que recuerda a las víctimas de un ciclón, ocurrido a los pocos años de haber nacido como pueblo. Fue en la noche del 5 de diciembre de 1919, cuando el viento, transformado en huracán o ciclón, ocasionó serios daños materiales y algunas muertes.

LOCALES Ciclon

La tragedia llegó entonces a una de las pocas casas que había en el pueblo. En la casa de Reginaldo Carranza y Guillerma Carballo había dolor. En la vieja casona de Calle Belgrano al 50, el matrimonio velaba los restos de un pequeño hijo que había fallecido ese día. “La hora de la cena y la tormenta –que trajo también lluvia y piedra– habían alejado del velatorio a casi todos los allegados de la familia Carranza. En el instante en que el viento pareció enfurecerse sólo estaban allí Reginaldo y su esposa, además de otros dos hijos adolescentes, un niño vecino y una niñera empleada de la familia, de apellido Rodríguez. El dueño de casa intentó asegurar las puertas y ventanas de la alta construcción, y sus hijos corrieron al sótano. En ese momento, las chapas de una vivienda vecina cayeron sobre la de los Carranza, derribando las precarias paredes de la vivienda, y aplastando a la esposa de Reginaldo, a aquella niñera de 16 años de edad y al pequeño vecino: los 3 murieron”, relata el periodista Fernando Colautti en su libro “Río Tercero tiene historia”.

En ese mismo texto se cuenta que “esa noche hubo numerosos destrozos en el pueblo. Muchas casas eran aún de chapa y no de materiales de construcción, y casi todos los techos, de zinc. Esas partes de viviendas aparecieron envolviendo los árboles del pueblo, o dispersas por las calles o baldíos, o encimadas a otras casas. Al amanecer, el dolor se concentró en aquella familia que debió sumar otros velatorios al que ya tenía. Y masivamente la comunidad acompañó la ceremonia de entierro de todas las víctimas”. 

En el cementerio Del Carmen, al poco tiempo de ocurrida la tragedia, la familia Carranza construyó un sencillo panteón en el que se conserva la placa que hizo colocar un grupo de vecinos. En ella dice “Q.E.P.D.- A las víctimas del ciclón habido el 5 de diciembre de 1919. El pueblo de Río Tercero les dedica este humilde recuerdo”.

LOCALES Placa

Más historias
El cementerio Del Carmen también tiene otras varias historias particulares, como la de la primera cruz que estaba emplazada en el medio de la necrópolis y luego fue reemplazada por la estatua del Sagrado Corazón de Jesús -que permanece hasta nuestros días- construida por Pedro Sacchetti, escultor y constructor riotercerense, en 1934. O la de la primera tumba que ya no existe. Y también el relato que hace referencia a un sector del camposanto destinado a los “disidentes” y otro para los “angelitos”. El recorrido que propone la arqueóloga Ragout también incluye la visita al panteón,en el sector antiguo del cementerio del reconocida guitarrista Luis Amaya.

El Cementerio del Carmen forma parte del patrimonio histórico y cultural  de la ciudad. Desde su declaración como tal en el año 2015, se instaló como un recorrido necesario para aquellos que se interesan por la historia de la ciudad de Río Tercero.

Desde hace algunos años comenzaron a organizarse visitas guiadas y recorridos no solo para vecinos de esta ciudad sino también para todos aquellos viajeros amantes de este tipo de experiencias culturales.

La licenciada Ragout fue la primera que impulsó la revalorización y puesta en escena de este espacio local. Y además llevó adelante una profunda investigación detallada sobre el Cementerio del Carmen.

Todo el trabajo de investigación realizado por esta profesional riotercerense se puede ver reflejado en la “Primera Guía  de Cementerios Nacionales”; allí Ragout expone datos históricos y fotografías del cementerio local.

Hoy, visita

Este sábado 21 de octubre, a las 15, se realizará una nueva visita guiada al cementerio Del Carmen. La arqueóloga Gisele Ragout es quien conduce a los visitantes a través de la historia del camposanto que es patrimonio histórico, arquitectónico y cultural de Río Tercero.

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