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Agro. Recuerdos y un hilo del destino

Columna del ingeniero agrónomo Raúl Martina (M.P. 1442)

Locales 16/09/2023 Tribuna Tribuna
AGRO Almafuerte

Todo comenzó con la pregunta…… “¿De dónde sos, futuro colega?”
-”Nativo de la ciudad de Río Tercero, en el Departamento tercero Arriba”, contesté.
-”Ahhh!!! bien; cerquita de Almafuerte, localidad que posee un sistema de riego diseñado por el Dr. Pedro C. Molina, a finales del siglo XIX, y que sigue siendo una magnífica obra de ingeniería que, por pendiente natural y con una extensión de 25 kilómetros desde Tercera Usina genera un abanico de oportunidades para la actividad agropecuaria regional…….”.

-”Vamos a discutir a partir de este ejemplo cercano, las bases y conceptos del Planeamiento Agropecuario”, sugirió el profesor jefe de cátedra…. y así, junto a mi “vieja” como testigo, comenzó mi último examen en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto, hacia fines del año 1996.

Pasó el tiempo, estoy aquí, entre emociones encontradas y la alegría de saberme ciudadano de esta próspera localidad en sus 111 años recientemente cumplidos. Y no podía dejar pasar por alto la mirada de este visionario comprometido con el desarrollo rural, junto a muchos más, que en tiempos donde comenzó la expansión agropecuaria de la pampa argentina, con el traspaso de las tierras públicas a manos privadas, favorecieron notablemente la organización social y política de la Argentina al mundo del progreso. Y así, el crecimiento y la generación de oportunidades a partir del concepto de generar “la cultura del trabajo de la tierra”, el conocimiento de las técnicas de siembra, la ingeniería de riego y la diversificación de la producción, afianzando la idea de que el interior del interior puede transformarse en el engranaje primario y fundamental de las economías regionales. Por tanto, voy a detenerme en la persona de Pedro Carlos Molina, intelectual de la época, destacado dirigente de un partido político argentino con historia, doctrina y valores, que supo conjugar militancia y debates profundos en comités y convenciones, con actividades concretas de desarrollo para una región llena de promesas.

“Oportunidades de crecimiento y desarrollo en la zona de influencia del gran valle del Ctalamochita; para descubrir, planificar y llevar a cabo”.

Molina trajo sueños y proyectos, aquellos que se nutren de la sabiduría y la enseñanza que brinda la cultura de la tierra, la cultura del labriego, produciendo alimentos, vida digna que, junto a la educación, nos permitió lograr independencia agroalimentaria, y así nos animamos a mirar la amplia región productiva argentina como proveedora de alimentos al resto del mundo y generadora de divisas hacia adentro.

Destaco de sobremanera el acceso a la educación de calidad en todos sus niveles, aquella que nos brinde la posibilidad de ser críticos, que nos abra caminos para el debate intelectual, que nos permita participar del debate de las ideas, en ámbitos donde la democracia es absolutamente respetada y las instituciones del estado son verdaderas herramientas aceitadas y protegidas por quienes tienen el honor de decidir los destinos de la Nación. Por ello pienso que todo este tremendo esfuerzo puesto por el conjunto de fundadores de esas épocas en la vasta región centro oeste de la provincia de Córdoba, tiene que ser valorado y recordado años tras año, con festividades, desfiles, canto y alegría. La columna de septiembre pretende rememorar con absoluto respeto al fundador y al puñado de mujeres y hombres que llegaron, se arremangaron, sembraron, cultivaron y cosecharon; pensando en una comarca donde vivir en paz, con desarrollo y sueños cumplidos, que se transformara en algo real y legítimamente posible.

Feliz aniversario querido Almafuerte, tierra de oportunidades!!

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