En Villa Ascasubi no era el resultado que esperábamos. Hemos tenido elecciones con diferencias mucho más grandes. Juntos por el Cambio sacó 60 votos más que la elección de 2015, cuando fue Julia Giupponi, que obtuvo 760 y ahora Raúl Mari sacó 820 votos. En ese momento, Zully (Fonseca) había logrado 1.100 votos. Y cuando yo me postulé me votaron casi el 70%, con una diferencia de más de 600 votos. Ahora sacamos 836”, analizó el intendente Fernando Salvi, excandidato a legislador departamental. “¿Dónde están los votos si no están en el radicalismo y no los tenemos en nuestra fuerza? En los 150 votos que en mayoría eran para nosotros y votaron erróneamente”, asegura Salvi.

-¿Cómo fue el voto histórico en la localidad?  
-En Villa Ascasubi nunca votó menos del 92%. Ahora fue más bajo el porcentaje. Es gente que no fue a votar y estaba enojada. Yo me hago cargo. Verme votar a mí en Río Tercero en dos ocasiones, cayó mal. Me lo hicieron saber. Nosotros no reaccionamos. Me dediqué al departamento donde había que reconstruir el peronismo y Hacemos Unidos por Córdoba en todos lados. Imagínese: Río Tercero con el candidato Juan Pablo Peirone más Marcos Ferrer después de haber ganado una elección (las PASO locales) con 45 puntos, que había que remontar. Además enfrentando a Peirone, tres veces candidato a intendente. Gustavo Bottasso como candidato (intendente de Hernando) que viene de ganar en su ciudad y tiene gran aceptación en la gente y fuerte protagonismo. En Oliva también con un candidato a legislador que fue tres veces intendente como Tamis. En Almafuerte con la hermana del intendente Rubén Dagum en la lista departamental. Teníamos una patriada difícil. Todo me demandó mucho tiempo y esfuerzo. Descuidé Villa Ascasubi y me hago cargo. El principal responsable de este resultado, soy yo de no tener la diferencia de votos que tuvimos históricamente. Sí tenemos en claro la aprobación de la gestión. Todos me dicen “ojalá fuera como Villa Ascasubi”. Influyó también el hecho de ser intendente de Villa Ascasubi y que sonara que iba a ser candidato en Río Tercero. Todo eso me jugó en contra en mi localidad. Me hago cargo y no le echo la culpa a nadie. No soy como esos que cuando la gente los vota es buena, y cuando no los vota es mala o se equivoca. Pero vamos revertir ese panorama. 

-Escuché que dijo que cumplió un ciclo.
-Entendí que mi ciclo estaba cumplido en Villa Ascasubi. Y tengo cierto derecho a expresar que quiero otra cosa para mí, que tengo otro tipo de aspiraciones. Elegí no presentarme a la reelección en la Legislatura y darle lugar a Adrián Scorza en su momento, y regresé a Villa Ascasubi por las obras, que son las que estamos haciendo: potenciación del gas, la ruta, la costanera, la colocación de la fibra óptica para terminar con la incomunicación que teníamos, y otras. Me equivoqué porque no supe comunicarlo para adentro. Hubo un relajamiento por parte de nuestro equipo. Las encuestas nos daban muy bien y todo el mundo se quedó tranquilo. Es un claro mensaje de que nunca hay que subestimar al adversario. Las elecciones se ganan cuando se terminan de contar los votos. 

-¿Y cómo analiza su performance en Río Tercero, donde usted, como candidato a legislador departamental, obtiene mayor cantidad de votos que los conseguidos en las elecciones de 2019 por todo el peronismo unido?
-Estamos en más de 9000 votos para legislador en Río Tercero. No es un número despreciable. Creo que en el departamento vamos a terminar entre tres y cuatro puntos de diferencia, no más que eso. En el departamento no subestimamos a nuestro adversario. Competíamos contra un buen equipo que habían armado (en Juntos por el Cambio). Tenían cubiertas todas las grandes ciudades. En ese marco la elección ha sido muy buena, y por eso Martín Llaryora (gobernador electo) nos llamó a David Consalvi (legislador electo) y a mí, y nos dijo que era una buena elección. En el escrutinio definitivo los números van a ser mejores. En Tercero Arriba ha sido una muy buena elección que en departamentos donde gobiernan como Río Cuarto, donde el intendente era cabeza de lista y perdió. 

A este departamento hay que darle otra impronta. Hay un recambio. Hay que democratizar las instituciones en Río Tercero. Tienen una metodología arcaica y cerrada. Algunas se utilizan políticamente y una vez juegan para uno y otras veces para otros, pero con la plata de los asociados se hace política partidaria. 

-¿Ese resultado y el hecho de que usted ya tenga domicilio en Río Tercero, lo potencia para seguir con el proyecto local?
-Debemos ir por pasos. En las elecciones municipales vamos a trabajar todos por “Pecho” López para llegar al mejor resultado. Nuevamente hemos logrado unificarnos luego de 2019. Después no vino un gran trabajo desde las bancas del Concejo Deliberante. Todo lo contrario, fue Nicolás Rodríguez, que sí hizo un buen desempeño en el Concejo y la gente se lo reconoció. Nosotros tenemos que salir a revertir el resultado, con la diferencia que ahora tenemos una firme decisión del gobernador electo de darle a Pecho el apoyo incondicional para hacer la mejor elección. Los riotercerenses son los que van a decidir. Lo que aseguro es que mi vida política terminó en Villa Ascasubi: voy a militar aquí en Río Tercero. Como así también voy a trabajar aquí en la órbita privada con mi hija: ella es martillera y vamos a abrir nuestra inmobiliaria, que es mi trabajo desde hace más de 20 años. Me voy a instalar y saldré a trabajar por Pecho. No necesito ningún tipo de cargo, solo tenemos que mostrar que podemos gobernar esta ciudad. Hay que convencer a todos que este proyecto, que encabeza Martín Llaryora vaya hacia adelante.

-¿Cree que la unidad se mantendrá?
-Sí, porque la decisión del gobernador electo es inquebrantable para apoyar a Pecho. Estará en Río Tercero las veces que haga falta. Igual que en Almafuerte, donde hizo una muy buena elección y ganó. Allí hubo un mensaje de las urnas. Ya casi levantándole la mano a Scorza, tenemos en Almafuerte posibilidades concretas. Estamos trabajando en un acuerdo, con el modelo de Llaryora, con un sector del radicalismo. Podemos llegar a dar una sorpresa en la composición de la lista. Lo mismo pasa en Oliva. Vamos a jugar fuerte y trabajar. A este departamento hay que darle otra impronta. Hay un recambio. Hay que democratizar las instituciones en Río Tercero. Tienen una metodología arcaica y cerrada. Algunas se utilizan políticamente y una vez juegan para uno y otras veces para otros, pero con la plata de los asociados se hace política partidaria. Está mal. El gobernador electo lo ha pedido. Es una decisión de Llaryora de crear el Ministerio de Cooperativas y Mutuales, para democratizar, trabajar y unificar, para que se integren a un objetivo en común. En varias instituciones de Río Tercero hace falta un cambio: hay que hacerlas más accesibles. Hay cuestiones que deben ser más transparentes. En su debido momento presentaremos algún plan y varios proyectos, pero vamos hacia ese objetivo.