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Agro. Aplicación de agroquímicos con controles adecuados antes que su prohibición

Columna de opinión del ingeniero agrónomo Raúl Martina (M.P. 1442).

Locales 03/06/2023 Tribuna Tribuna
AGRO Martina

Existe conectividad tanto en la ruralidad como en la urbanidad, es algo que debemos aceptar, entender y actuar en consecuencia, porque permite estar actualizado de forma constante en cuanto a las buenas prácticas agropecuarias (BPAs). Debemos ser conscientes de esto, y aprovechar las herramientas disponibles para evitar reducciones del 30% al 50% del rendimiento debido a ineficiencias en el control de las adversidades bióticas (malezas, plagas y enfermedades) y para seguir mejorando la productividad, con el menor impacto ambiental.

Una de las BPAs contemplada a nivel de los predios productivos, es la realización de las pulverizaciones
teniendo en cuenta los protocolos de seguridad para la puesta en práctica del mismo, es decir, tener el equipo de pulverización habilitado y verificado/calibrado, tener operarios capacitados utilizando equipos de protección. Asimismo, esto no es suficiente, las decisiones de pulverizar se deben tomar en base a información generada por monitoreo profesional que justifique la necesidad de aplicar un agroquímico, elección del producto y dosis adecuada para esa situación (control o prevención), precio, especificidad e impacto ambiental, determinar las condiciones adecuadas para aplicarlo (temperatura, humedad, dirección y velocidad del viento), ajustar las pastillas, volumen, presión, tamaño, dispersión y protección de gotas para lograr elobjetivo deseado. Todo debe estar plasmado en la receta fitosanitaria.        

Otra BPA es el proceso de evaluación de la calidad de pulverización, llevar los envases “triple lavados” vacíos al centro de acopio primario (que en la ciudad de Almafuerte existe uno a cargo del Municipio local), para darles el destino final adecuado y evitar la contaminación de cursos de agua y del ambiente en general.

El agro argentino cuenta con interesantes e innovadoras herramientas para ser usadas en el mejoramiento de la productividad, por ejemplo, la existencia de una estación meteorológica en el pulverizador con sensores que alertan y miden el funcionamiento de todo el equipo, emitiendo señales en tiempo real y registrando el trabajo en programas especiales, botalones más estables y livianos, cortes por sección, válvulas PWM (para regular dosis y calidad de aplicación) y aplicaciones dirigidas. Seguramente aparecerán nuevas herramientas, pero para ello se precisan reglas claras, inversión, mucho trabajo y fundamentalmente educación dentro y fuera de la tranquera. 

Se invierte mucha energía en tecnologías de trazabilidad y seguimiento en tiempo real, pensando en mejorar todo el sistema, enfocado especialmente a zonas críticas y periurbanas. Con las tecnologías de aplicación dirigida, se logra mejorar el control de las malezas (porque se aplica según el tamaño de la maleza, se selecciona el producto y dosis adecuados, además se aumenta la rotación mejorando los métodos de acción), esto equivale a ahorros del 70% en el costo y disminución del impacto ambiental (medidos con el índice EIQ: el índice EIQ, es un promedio del valor de tres componentes: toxicidad para el trabajador agrícola, toxicidad para el consumidor y toxicidad ecológica o biota no humana) en los barbechos donde aplicamos estas tecnologías, logrando disminuir en un 50% el volumen de herbicidas utilizados anualmente. Además, hay disponibles en el mercado tecnologías de aplicación dirigida con detección a través de cámaras ópticas e inteligencia artificial, las cuales permiten identificar de forma más precisa las malezas del cultivo. En la Argentina ya existen equipos trabajando a campo con estas tecnologías (Aplicación Dirigida SprAI), las cuales aún están en etapas tempranas de desarrollo, pero en mejora continua. Los desafíos de hoy son más de actitud que de aptitud (esta se puede incorporar fácilmente y está al alcance de un “click”). Debemos entender la complejidad de los sistemas biológicos, a los cuales les sumamos una gran complejidad química, tecnológica y hasta virtual. Existe, por tanto, en el agro moderno, una mirada seria y responsable sobre el medio ambiente y los recursos, que pone sobre relieve el desafío de producir cuidándonos. La búsqueda es constante y los resultados son cada día más elocuentes.

Decidí poner en debate un tema controvertido, y rescato la frase del personaje del tío Ben en Spider Man cuando le señala a Peter Parker que “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Esto pensando paralelamente en el poder que posee el hecho de producir alimentos de calidad, en cantidad suficiente, minimizando el impacto ambiental a nivel urbano y rural.

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