La inflación restringe el consumo en los barrios
A comienzos de la semana pasada, el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) difundió el índice de inflación de febrero, que se situó en un 4,7 por ciento.
Este flagelo que azota la economía argentina desde hace ya varios años no contaría con la condición de novedad para ser noticia, sino fuera porque representó el valor más alto en casi un año.
Pero más allá de lo estrictamente numérico, las herramientas con que se cuentan de un lado y del otro del mostrador para combatir la inflación, ya parecen arraigadas, más allá de su variable efectividad.
A nivel local, entidades que agrupan a diferentes rubros comerciales buscan promover acciones colectivas para mitigar esta realidad, con algunas particularidades, pero con la percepción compartida de un escenario que no cambiará, al menos en el corto plazo.
En ese marco, la Cámara de Comercios Barriales puede resultar a partir del testimonio de su presidente, Carlos Lucero, un termómetro para visualizar el impacto del célebre índice, en los hábitos de consumo de los riotercerenses.
“Llevamos años siendo un país inestable pero el argentino siempre se reinventa”, arranca diciendo el dirigente a modo de prólogo sobre su visión de la realidad comercial.Lucero reconoce que la restricción evidenciada en el consumo va más allá de lo que pueda indicar el índice de febrero y parece una conducta ya regida por la baja del poder adquisitivo.
Carlos Lucero
Desde la óptica de los comercios que representa su Cámara, sostiene que el pan, la carne y los huevos, es donde más se ha notado esa situación.
Vale recordar que el rubro “alimentos y bebidas no alcohólicas” registró la mayor variación durante el segundo mes del año, con un 7,8 por ciento, según el INDEC.
Del lado de los comerciantes, Lucero advierte que la volatilidad de precios los obliga a estar muy “atentos para no perder rentabilidad”, sobre todo en torno a los productos que tienen menor salida. “Stockearse” sigue siendo una buena manera para enfrentar los inevitables aumentos a futuro pero no todos tienen la “espalda” para hacerlo. Por eso es que asociarse entre diferentes miembros de la Cámara es una alternativa para realizar compras colectivas más convenientes.
No obstante, resalta que a diferencia de lo que ocurría en años anteriores, los almacenes han logrado aumentar la calidad de los productos ofrecidos y se encuentran bien abastecidos.
Por otra parte, recordó que la entidad surgió hace unos dos años y entre los objetivos propuestos se intentaba que los comercios de barrio pudieran ingresar al importante circuito generado por la tarjeta Alimentar, generalmente absorbida por las grandes superficies.
En esa dirección, señaló que trabajó especialmente para que los comerciantes cumplieran con algunas condiciones como incorporar el “posnet” e inscribirse, buscando la “igualdad de condiciones”.
En cuanto a herramientas que reclama para el sector, puntualizó la necesidad de acceder a créditos flexibles, no solo para proveer al depósito de mercaderías, sino también el acceso a equipamiento y estructuras.
Mientras tanto, destacó la existencia de un “convenio de palabra” con una firma privada para la compra de equipos, con descuentos para los integrantes de la Cámara.
Lucero destacó además, la particular importancia de apoyar a un rubro que está activo de domingo a domingo, hasta altas horas de la noche porque la mayor cantidad de ventas se produce cuando la gente sale de trabajar y en muchos casos se trata de emprendimientos familiares.
Paralelamente, no coincide con cierta apreciación general de un aumento de los comercios barriales como consecuencia de los vaivenes económicos que generó la pandemia para tantos trabajadores que debieron reinventarse. Desde su visión, entiende que se mantiene un número estable porque “no es tan fácil montar un negocio con los costos y alquileres que se manejan”.
En su surgimiento, repasó que la Cámara logró una importante adhesión sumando alrededor de 60 integrantes y actualmente superan los 70, “pero la idea no es abarcar más de la cuenta hasta contar con bases más sólidas para poder escuchar y dar respuesta al asociado”, expresó. Carnicerías, panaderías y despensas constituyen la gran parte de los comercios asociados, aunque también hay venta de otros artículos como perfumes por ejemplo.
Entre los objetivos trazados para respaldar un crecimiento sostenido, Lucero citó la construcción de una sede fija que ya comenzó a levantarse en barrio Monte Grande.
Índice más alto en casi un año
La inflación de febrero de 2022 fue del 4,7 por ciento, el valor más alto desde marzo último, y acumula en lo que va de este año un incremento del 8,8 por ciento.
De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” fue el de mayor incidencia en el índice general, con un incremento del 7,5% en febrero.
“Frutas y Verduras registraron subas de dos dígitos en casi todas las regiones. Los rubros más afectados fueron Lácteos - con aumentos de entre 6,0% y 8,0% según la región, Pan y cereales con subas entre el 3,7% y 5,8% mensual y Carnes y derivados, con incrementos del orden del 5,0% mensual”, describe el análisis oficial del Ministerio de Economía.
El aumento del 4,7 por ciento de febrero representa el mayor aumento mensual desde marzo de 2021, cuando se había registrado un incremento del 4,8 por ciento. En la variación interanual, a febrero la inflación aumentó un por ciento, con subas del 4,9 por ciento en el rubro “Transporte”; 4,4 por ciento en “Equipamiento y mantenimiento del hogar”; 4,3 por ciento en “Bienes y servicios varios” y 3,6 por ciento en “Salud”.
Para este mes, las consultoras ya estiman un índice aún mayor por la suba de combustibles.
