La curva de contagios con Covid 19 se disparó en Río Tercero y el COE, encabezado por el intendente Marcos Ferrer, dispuso nuevas medidas restrictivas en la ciudad, aunque por ahora no se volverá a la fase uno de cierre total de las actividades. 

En conferencia de prensa, el jefe comunal defendió ayer implícitamente las flexibilizaciones logradas, dijo que no es "procuarentena", pero admitió que debió imponer nuevas restricciones para achicar el número de contagios. Las nuevas medidas no afectan en absoluto la actividad económica de río Tercero, aunque señaló que si los contagios siguen en ascenso se volverá a la restrictiva fase uno que implica el virtual cierre de la ciudad como al principio de la cuarentena, seis meses atrás. 

Este fin de semana, ante la llegada de la primavera y el Día del Estudiante el lunes 21, se evidencia una etapa crítica del calendario por la posibilidad que se descontrolen las reuniones y actividades sociales, que siguen prohibidas.

Al enumerar las nuevas medidas, Ferrer las justificó al señalar que la trazabilidad de los casos apunta a las reuniones sociales y familiares como focos principales de contagio. 
Básicamente se dirigen a tratar de disminuir la circulación y la concentración de gente.

Las medidas
Así, dispuso prohibir la permanencia y recorrido por el balneario, cuyo predio estará vallado y custodiado por la policía hasta el lunes inclusive; prohibir la permanencia en el resto de los espacios verdes públicos, en los cuales sí se permitirá circular pero sin detenerse; reducir al 30% el factor de ocupación de bares, confiterías y restaurantes en áreas cerradas (hasta ahora era del 50%); y como compensación se les permitirá utilizar sin límites y sin cargo las veredas para la colocación de mesas y sillas con distancia, además de habilitar espacios en las calles céntricas para esos usos, que se transformarán en peatonales en algunos días y horarios. 

Como las reuniones sociales y familiares están prohibidas por la Provincia, obviamente no se permitirán aquí. Ferrer advirtió además que denunciará penalmente a quienes promuevan fiestas o encuentros por las redes sociales para el lunes 21 de septiembre. 

Además, el Municipio acordará con el sector comercial un horario especial y exclusivo de atención para los adultos mayores durante la mañana para su mayor cuidado. No se permitirá la circulación desde la una de la madrugada, horario de cierre de bares y restó. Solo estarán permitidos los traslados sanitarios y laborales. Paralelamente habrá controles de alcoholemia con decomiso de vehículos. Y se levantan los controles de acceso a la ciudad, para concentrarlos dentro del ejido urbano. Los controles estarán divididos en cuatro zonas. Se tomará la temperatura y se realizarán tests de olfato. Como el virus ya se encuentra dentro de la ciudad, Ferrer señaló que el control en las rutas ya no tiene sentido. 

La cantidad de contagios crece en Río Tercero. Solo el jueves se registraron 33 casos positivos, un número récord desde que comenzó la pandemia. Otro dato interesante arrojado por la estadística, lo constituyen las edades de las personas contagiadas: de 0 a 30 años: 55 casos activos, dos internados y 33 recuperados. De 31 a 60 años: 19 casos activos, 24 recuperados y ningún internado. Más de 60 años: 13 casos de Covid activos, 13 recuperados y tres internados.

En tanto, solo hay dos camas disponibles para pacientes con Covid en las UTI de las clínicas locales; y 12 camas de internación común.

Los padres deben  ponerse los pantalones largos y decirles a sus hijos que la situación está complicada y que deben quedarse en casa. Es imposible que el estado se haga cargo de todo. Hay que colaborar. Este año no habrá 21 de septiembre. Tenemos un problema serio. 

El intendente fue categórico al señalar que no volverá la ciudad a fase uno, pero advirtió que se retrocederá si no hay responsabilidad y compromiso en los vecinos para bajar los contagios. Señaló que con estas medidas no se perjudica la actividad económica. "No creo ni considero justo que la actividad económica de la ciudad reciba un perjuicio cuando no lo merece, porque los contagios no se han producido en función de la actividad económica de la ciudad, sino en las reuniones sociales", dijo. Pidió en ese sentido "sensatez y coherencia" para el cuidado personal y colectivo, y solicitó ayuda y acompañamiento de los vecinos. "De lo contrario inexorablemente tendremos que volver a la fase uno. No quedará otra herramienta si los casos continúan creciendo, con el daño que ello implica para la actividad".  Hubo allí un párrafo destinado a los padres para que contengan a sus hijos en una época tan excepcional como la que vive el mundo, y se concienticen acerca del cuidado evitando las reuniones y salir de casa si no es necesario. 

"Nadie quiere volver a la fase uno, pero hacemos todo lo posible para volver. No queremos un retroceso, pero no cumplimos con protocolos", cuestionó. Sin ir más lejos el jueves Defensa Civil debió desalojar a unos 300 jóvenes que se habían concentrado en el balneario convocados por las redes sociales. "Magia no puedo hacer. Necesito la colaboración de los vecinos", enfatizó. El uso del barbijo, la distancia social y el lavado de manos, es fundamental. 

Por otra parte, Ferrer anticipó que si la situación sanitaria lo permite, a fin de año se organizará un encuentro común para que los estudiantes puedan despedir el año y realizar la famosa presentación de buzos.