Almafuerte se sumó hace unos días, al abrazo solidario y toque de sirenas realizado en todos los cuarteles de Bomberos del país.
La acción de protesta tiene que ver con lo que denominan el desfinanciamiento del sistema nacional a partir de un recorte de subsidios.
Puntualmente, la medida del Gobierno nacional apunta a un recorte del 40 por ciento en fondos que se deducían de las pólizas de seguro.
Dicho aporte estaba respaldado por la ley 25.054 aprobada en el Congreso de la Nación, en 2014.
Esta medida significa que cada cuartel dejará de percibir este año, alrededor de 600 mil pesos.

Panorama local
En Almafuerte, el presidente de la institución, Gustavo Sánchez, y el primer jefe, Hugo Delgado, expresaron su preocupación por esta medida.
Ambos coinciden en marcar como principal contradicción, la exigencia de incorporar móviles, cuyo modelo no vaya más allá de 2004, pero se recorten los fondos para adquirir unidades más nuevas y costosas.
Sánchez explicó que los recursos llegados por esta vía, son auditados y además de vehículos, deben ser aplicados en equipamiento o capacitación.
Si bien comparten la preocupación nacional, en Almafuerte, la situación se atenúa levemente, dado que recientemente lograron incorporar tres autobombas. "Nosotros no somos subsidio dependientes pero habrá cuarteles que en estas condiciones se les hará difícil funcionar", alerta Delgado. A su vez, agregó que "equipar a un bombero cuesta alrededor de 100 mil pesos".
En este contexto, cobrará importancia el aporte que hace la comunidad para el sostenimiento del cuartel.
En Almafuerte, Bomberos recibe un aporte porcentual del 2 por ciento de la tasa municipal por la propiedad y otro voluntario de 15 pesos, que recauda la Cooperativa de Servicios Públicos, pero también se organizan  eventos con cierta frecuencia. En ese sentido, está prevista una locreada para el próximo domingo 12 de agosto, con porciones a 90 pesos que se venderán en el cuartel de avenida San Martín 809.

Preocupación
Según se remarca en un comunicado nacional de Bomberos, los fondos han sido recaudados en tiempo y forma por la Superintendencia de Seguros de la Nación y no constituyen un gasto público.
Es decir, se desviarán a una Secretaría de Gobierno en lugar de utilizarse en el equipamiento, funcionamiento y capacitación de más de 43 mil bomberos voluntarios, advierten.
El recorte llega en un momento donde Bomberos se prepara para enfrentar el momento de mayor riesgo en cuanto a incendios forestales, como ocurre habitualmente en esta época, aunque este año está magnifcado por la sequía reinante.