-¿Cómo es la relación con el exintendente después de haber calificado como delicada la situación heredada del Municipio?
 -A Adrián (Scorza) le hice un cuestionamiento económico pero recibí una Municipalidad ordenada, con manejos que pueden ser diferentes y también criticables. En lo personal lo considero una buena persona, siento afecto por él, no es mi amigo pero es alguien querible. Hubo diferencias pero nos sentamos a charlar y se arregló. Sostengo que había  una deuda y la tuve que afrontar aunque se hayan comprado cosas. Puedo disentir en algunas políticas pero con el mayor respeto. Ahora viene el desafío mayor para los dos. Él me dijo y lo viene haciendo, que está al servicio de la ciudad, que va a ser el nexo para cooperar, coordinar y ayudarme a destrabar desde su función. En el día a día no nos estamos viendo porque cada uno está con sus actividades pero no me tiembla la voz para llamarlo y decirle que vayamos juntos a presentar una carpeta y no va a ser algo actuado. 
 -¿Le hicieron sentir la diferencia política en la Provincia?
 -Nunca. Se generan lazos de tanto respeto que te sentís parte.
 -Los reclamos que escuchaba en campaña, ¿se parecen a los de ahora?
 -Sí. Me hubiera encantado tener la capacidad para responderlos ya. Para muchos hace falta dinero, ahí el vecino entiende y espera. En otros casos se trata de escuchar y comprometerse. A veces te das cuenta que no hay tiempo porque tenés mucha demanda, de todos los sectores, tanto locales, como regionales o provinciales. 
 -Imagino que por estos días, el turismo concentra la atención.
 -Los invito a visitar Almafuerte, que vean el complejo (Piedras Moras) como está ordenado, las bellezas naturales, los paradores se han reforzado de manera profesional para dar un servicio de calidad, que es a lo que apuntábamos. Nos están faltando cuerpos sanitarios pero era imposible hacerlos porque no tenemos el dinero. Las playas son muy lindas y creo que las tenemos que ampliar pero con un desarrollo ordenado, que sepamos que quien vaya a invertir tenga el control del Municipio para tener uniformidad en la construcción y continuidad, más allá de quien gobierne. Nos visitan de localidades vecinas y el resto del país. Hay complejos de cabañas de alta calidad. Pueden faltar obras de teatro o confiterías pero siempre hay gente que busca tranquilidad y Almafuerte lo ofrece, además tiene como complemento a Río Tercero. Nuestros comerciantes se están preocupando junto al Centro de Comercio para que el centro tenga su encanto, pero no se puede lograr ni en dos meses o un año, lo tenemos que visualizar. 
 -¿Cómo va asimilando esta nueva etapa de su vida?
 -Con mucho aprendizaje. No dejo de ser odontólogo, atiendo al menos dos o tres horas a la semana, que me significan un cable a tierra y hasta un ingreso. Pero me imagino como un atleta que arranca con un entrenamiento y a medida que va avanzando, recorre distancias más largas; me voy preparando y lo hago con gusto.
 -¿Se preguntó alguna vez, qué hago acá?
 -Si pero cuando me lo respondí dije estoy bien donde estoy, porque la respuesta está basado en fundamentos serios, sin mentiras.

ANÁLISIS. Una relación con idas y vueltas

Por Nicolás Cravero

Primero dio señales de una madurez casi sin precedentes en Almafuerte, luego se vio amenazada por un diagnóstico económico y ahora parece retomar los senderos de la diplomacia.

Esos fueron los vaivenes de la relación entre el intendente Rubén Dagum y quien lo antecedió en los últimos ocho años, Adrián Scorza.

La promesa de entregar un municipio ordenado fue acompañada con reuniones que armonizaron la breve transición entre las elecciones y la asunción.

No obstante, casi como primera acción de gobierno, el nuevo intendente radical calificó la situación recibida en el Municipio como "delicada". 

El argumento tenía cifras concretas, una deuda de 30 millones de pesos y más de la mitad debía ser asumida en los tres primeros meses.

La respuesta de Scorza no se hizo esperar, visiblemente molesto por lo que consideró un "uso político" del tema. El dirigente justicialista señaló que un pasivo debía ser contrarrestado con el activo y recordó las inversiones realizadas en el parque automotor, el hospital, loteos, posicionamiento turístico, etc, enfatizando que el Municipio se había capitalizado.

En este contexto cabe considerar se la posibilidad de endeudarse como única alternativa para crecer, aunque los límites sean materia de un debate que excede al vecino común.

También resulta entendible que la autoridad entrante aclare el panorama que enfrenta como una especie de "blindaje" al inicio de su gestión, aunque siempre que se hable de cifras, el enfoque puede tomar distintas direcciones. 

De todos modos, el propio Dagum se encargó de bajar los decibeles, admitiendo el orden encontrado en el Municipio aunque permitiéndose reservas sobre la forma de administrar empleada anteriormente.
 Lo cierto es que Dagum necesita de la Provincia y lo ha demostrado con cotidianas visitas al Centro Cívico, por cuyos pasillos y oficinas, también transita Scorza.