Las técnicas de ceremonial y protocolo contemplan un amplio universo de acciones que no se circunscriben únicamente a la organización de actos y eventos,  por lo general en el sector público, sino que apuntan a establecer relaciones, personales e institucionales, y mejorar la comunicación. 

Es el verdadero "arte relacional" que las organizaciones adoptan para comunicarse y relacionarse con excelencia para poder lograr sus objetivos, sin que este término resulte parco, duro o estructurado. 

Se plantean como nuevas soluciones que vienen de la mano del conocimiento y la modernidad. En Río Tercero, como en el resto de las ciudades más importantes, se establece ese concepto con más énfasis e importancia. A medida que se conoce gana cada vez más terreno y es interesante conocer en detalle cómo se aplica, cuáles son sus objetivos y su complejidad profesional.

Mirada local

Valeria Delgado es técnica en Relaciones Públicas y Especialista en Protocolo, miembro del Consejo Profesional de las Relaciones Públicas de la República Argentina, y del Círculo Profesional de la Comunicación Institucional de Córdoba. Actualmente está a cargo de esa área en la Municipalidad de Río Tercero. Y explica cómo la materia o especialidad, va ganando cada vez más terreno en los esquemas profesionales, empresarios e institucionales y se torna más empática.

"Estamos en la era de la globalización y la comunicación digital; todo se relaciona a través de internet y se va perdiendo la relación cara a cara. Pero hoy se está haciendo nuevamente hincapié en esto último", destaca Delgado. 

"Desde lo local el intendente Martino supo ver, en su momento, que estas cuestiones iban a tener cada vez más importancia en la cuestión relacional, del respeto que tiene que existir entre las relaciones, para que puedan perdurar en el tiempo y para lograr los objetivos de las instituciones", subraya. 

En efecto, tanto las organizaciones públicas como privadas están regidas por  un organigrama compuesto por diversas jerarquías que le otorgan a cada persona un poder determinado y a su vez, una serie de reglas implícitas de comportamiento con sus públicos externos e internos.

Aquí es donde se presenta ineludiblemente para poder relacionarse, la regla protocolar que es, ni más ni menos que la ley establecida (por escrito o por costumbre) referida al tratamiento de las autoridades en todo ámbito en el cual se desempeñen y se relacionen como tal.

"Todas las relaciones tienen una finalidad", reafirma Valeria, más aún cuando se avanza en el trabajo conjunto con las instituciones para lograr un objetivo en común. 

"Siempre se piensa que el protocolo es una cuestión dura o rígida, pero hay que pensar en el vínculo con el otro

"Hemos trabajado sobre la bandera y el himno de Río Tercero, que no son cuestiones sueltas, sino que apuntan a trabajar sobre la identidad de la ciudad, apropiarse de su cultura y en base a lo que existe protocolarmente como regla, poder adaptarlo a nuestra tradición". 

Delgado admite que con el tiempo y el trabajo la bandera adquirirá más identidad y arraigo entre los riotercerense, como así también himno, en cuyo caso se trabajó en un proceso de reedición para transformarlo de la versión coral original a una que facilite su interpretación para todos. 

Asimismo, del saber reconocer las jerarquías se desprende también el "como" proceder para poder establecer las relaciones  sin dificultad. Pero no todo se resume en conocer las reglas  sino que mucho depende de estar bien asesorados y de contar con un profesional en la materia quien generalmente  oficia en estos casos como un “mediador” o "facilitador" de las relaciones conociendo éste perfectamente las reglas  por un lado y  por otro, las particularidades de las autoridades de su entorno como así también  las de las autoridades que se presentan de visita. 

¿Si tuviera que explicar qué son, como técnica, las relaciones públicas y el protocolo, como lo haría?, preguntó este medio. "Es una ciencia con mucha historia, que nace en la necesidad de poder relacionarnos y es la regla que en el ámbito laboral se establece, a través de las jerarquías de trabajo. Cada uno tiene, dentro de una organización, un poder que es establecido por el organigrama y debe ser respetado, ya sea hacia dentro de la organización, como para las relaciones con otras organizaciones. No solo es preparar logísticamente un acto oficial o un evento social, sino brindar un marco de confianza a las autoridades, para que ellos puedan relacionase de manera eficiente", concluyó.