Marcos Ferrer. “Cerramos otro año con superávit fiscal, que nos permitirá proyectar el 2025”

-¿Cuál es el balance del año y cuáles serían los cuatro o cinco puntos positivos o negativos del año? 
-Desde el punto de vista positivo, pudimos mantener la ciudad con un estándar alto. La verdad que nosotros venimos de un año de muchas concreciones, del 2023, y lo importante era mantener sobre todo los espacios públicos ordenados, limpios, la ciudad visiblemente mejor y en un estándar alto de mantenimiento. La cartelería, el cordón cuneta; son detalles que hacen a la vida cotidiana, que fue a lo que apuntamos fundamentalmente los objetivos. También a seguir con la iluminación led, que ya estamos prácticamente en 100% de la ciudad  iluminada con led. Avanzamos en la repavimentación en barrios como Belgrano, Las Violetas. También mucho bacheo. Y creo que sobre todo pudimos sostener el equilibrio fiscal y el superávit fiscal. Nosotros ya estamos cerrando otro año más con superávit fiscal, que es sumamente importante, porque es lo que nos permite proyectarnos el año que viene. Cuando arrancó el año tuvimos dos meses de casi 50 puntos de inflación, lo cual hizo que primero se dispararan todos los precios, fundamentalmente de la construcción. Era imposible encarar en ese momento ninguna obra porque el panorama era incierto, nadie vendía los materiales. Por suerte después se fue estabilizando el año, entonces creo que una de las cosas importantes es haber sostenido el equilibrio, no habernos desbandado en los gastos. Al contrario, haberlos retraído lo suficiente como para apuntar hacia el año que viene con obras importantes y con una segunda etapa de gestión que tenemos que planificar.

-¿Y ese equilibrio fiscal cómo se logra sin dejar de resentir los servicios esenciales? 
-Al ritmo de la inflación se fueron encareciendo. Creo que es restringir los gastos. Hay que privilegiar siempre la situación del sistema de salud, también lo hicimos con el centro pediátrico, las guardias han aumentado exponencialmente y su costo, pero es un servicio que nosotros no podemos dejar de prestar. Hubo mucha comprensión porque fue un año complejo para todas las instituciones, los clubes especialmente que tuvieron que reacomodarse, con el costo de la energía. Se tomaron decisiones vinculadas a cuestiones internas de administración, centralizamos mucho ese área. Entonces con Raúl (Bertalot, secretario de Economía) tomamos las decisiones en general de los gastos y particularmente fuimos en sintonía con lo que planteaba el Gobierno nacional.  Achicamos el gabinete a la mitad, pasamos de tener 10 secretarías a cinco. Transformamos muchas que eran secretarías en direcciones, y también decidimos un poco poner una pausa respecto de la obra pública. La obra pública macro, en función también de lo que se planteaba nacionalmente y sobre todo en el primer momento del año porque queríamos ver si podíamos destrabar obras que teníamos con el Gobierno Nacional.  Lamentablemente la plata no vino y ahora la lógica ha cambiado. Avanzamos mucho administrativamente, nos ordenamos hacia adentro, el equipo entendió que no era un año para hacer un gran despliegue de cosas.

-¿Sobre el servicio de salud se puso más énfasis en las salitas y el Centro Pediátrico?
-Desde la gestión anterior venimos con una impronta fuerte en salud. Sobre todo hay muchas especialidades disponibles. Incorporamos dos o tres cuestiones administrativas importantes para poder facturarle a las obras sociales, porque si bien es un sistema público, como es de cercanía y la verdad que el servicio es muy bueno, mucha gente prefiere ir a la salita antes de ir a una clínica. Lo que logramos nosotros fue aceitar mucho ese mecanismo y poder facturarle a todas las obras sociales. Es decir, vos podes ir a la sala; no te cuesta un centavo, pero sí se le factura la obra social. Eso permite que nosotros tengamos un poco más de ingresos que equilibran también el gasto. Tenemos muy buena gente en la parte administrativa de la sala, que es la que se encarga fundamentalmente de eso. 

-Está pendiente un presupuesto muy importante que es el de la universidad, que lamentablemente no se aprobó porque está dentro del presupuesto nacional.  ¿Qué perspectivas hay al respecto? 
-Las perspectivas son buenas. Tengo muy buena relación con Sandra Petovello (ministra de Desarrollo Humano), que facilita mucho las cosas en cuanto al diálogo. El rector de la universidad está trabajando con Alejandro Álvarez, que es el secretario de Políticas Universitarias, y le ha garantizado que va a tener los fondos para arrancar, más allá de que no aprobarse el presupuesto. El año que viene hay grandes posibilidades de que tengamos ya algunas tecnicaturas funcionando. No queremos generar expectativas hasta que no tengamos confirmado si efectivamente los recursos van a estar. 

El intendente Ferrer remarcó que se priorizaron los recursos para la salud pública y la acción social

-¿Puede haber alguna medida administrativa que destrabe esos fondos? 
-Sí, porque el Ministerio de Educación tiene facultades para asignar recursos a las universidades de manera directa, sin necesidad de tener presupuesto. Más en la nuestra que es una universidad chica, porque recién nace.

-¿Y cómo pensás que se puede complementar con la Universidad Provincial, que ya empieza a funcionar? 

-La Universidad Provincial va a complementarse porque, por lo que hablé con el gobernador, va a estar apuntada fundamentalmente a carreras modernas, vinculadas a la robótica, a la inteligencia artificial. Los dos vemos de la misma manera esta reacción, tratar de potenciar lo que no hay en otro lado y tratar de transformarlo en un polo educativo. Río Tercero no sólo abarca a Tercero Arriba, digamos, en general, sino que también puede traer gente de Calamuchita, que es un lugar donde por ahí le queda lejos la universidad. La idea es apuntar a ese nuevo universo de jóvenes que están buscando carreras modernas. Ha aparecido la inteligencia artificial y otras herramientas que están volviendo obsoletas algunas profesiones. Con lo cual, vincularse al mundo tecnológico, del desarrollo y con una mirada muy de negocios, es un poco lo que estamos todos pensando. No sólo capacitarse técnicamente, sino que además eso esté vinculado al desarrollo empresarial. Para  después aplicar tus conocimientos al mercado, por decirlo de alguna manera. Creo que eso es lo que viene y me parece que está bueno que Río Tercero tenga muchas ofertas. También está la oferta privada y creo que puede transformar a la ciudad, darle a la ciudad en realidad un motor distinto del desarrollo y de la producción y de la economía. No sólo depender de la industria que está en crisis, sino pasar también generar un nuevo movimiento económico vinculado a la educación. Eso me parece que está bueno.

“Las perspectivas para la Universidad Nacional de Río Tercero son buenas. Tengo muy buena relación con Sandra Petovello (ministra de Desarrollo Humano), que facilita mucho las cosas en cuanto al diálogo. El rector de la universidad está trabajando con Alejandro Álvarez, que es el secretario de Políticas Universitarias, y le ha garantizado que va a tener los fondos para arrancar”.

-Y así que se produzca la reconversión laboral. 
-Hay que pensarlo, hay que tener claro que el trabajo va a cambiar. No lo estamos diciendo nosotros, se dice en todo el mundo. El propio Elon Musk ha planteado hasta incluso en algún punto la necesidad de que haya un salario universal pagado por el sector privado. Porque va a haber mucha destrucción del empleo en estos años. Yo creo, como todo, que se tiene que encontrar su equilibrio y después la humanidad va a encontrar soluciones a los problemas. Genera desafíos. Habrá que pensar cuál es la manera de sobrevivir a eso.

-¿Qué esperás para el 2025? Hay un presupuesto municipal aprobado que plantea casi un 50% para el sector de obras públicas. ¿Será ese el objetivo, más allá de lo que comentás, de seguir impulsando el polo educativo? 
-Sí, nosotros vamos a apuntar gran parte del presupuesto a la obra pública. Entendemos que la ciudad tiene necesidad en ese sentido. Hay objetivos transformadores de lo cotidiano, como la Plaza San Martín, como la Avenida Savio; toda la parte que queda sin repavimentar se ha ido deteriorando. Creemos que es una arteria,  probablemente, de las más importantes que tiene la ciudad y aparte nos atraviesa de punta a punta. Y después el desembarco en los barrios, ya sí con un plan de pavimentación. En algunos casos cordón cuneta, en otros pavimentación, depende el lugar y la necesidad. Es de dónde venimos y hacia dónde vamos a ir. Hay una gran obra que yo tengo expectativa de hacerla, pero hay que trabajarla mucho con el sector, que es la remodelación del centro.  No sé si en el 2025, pero podemos llegar a pensar en una primera etapa. Pero lo primero que quiero es dialogar mucho con los comerciantes que se van a ver afectados y tratar de que haya un consenso de alguna manera en la idea que se quiere llevar adelante y lo que va a significar a futuro. Pero claramente el objetivo está en la Plaza San Martín, en la  Y después continuar con repavimentación en los lugares donde está muy deteriorado y largar ya el plan de pavimentación en distintos barrios. Tenemos compromisos en Cabero, Magnasco, Monte Grande y Parque, Villa Zoila. En La Justina me han pedido ahora también si pueden armar un proyecto.  Siempre digo lo mismo: el desafío es conseguir la plata y poder hacerlo. La obra en sí es algo que ya sabemos hacer, que tenemos mucha practicidad, los equipos nuestros también. Pero bueno, el desafío grande es ese. Y veremos lo del balneario para continuar con las etapas. Llegar al Puente Negro con el adoquinado. 

-¿La idea de la Plaza San Martín es comenzar y terminarla o hacer alguna primera etapa? 
-Los fondos están. La idea es avanzar y terminarla. Es una obra grande. La plaza va a cambiar. La avenida que atraviesa, que hoy hace dos curvas, va a ser una avenida recta. En el medio va una fuente.Todo eso lleva a una instalación subterránea.

-¿Cómo será la remodelación del centro? 
-No hay manera de cambiarle la cara si no hacemos una intervención, pero obviamente lo tenemos que pensar mucho porque son obras que van a implicar también el esfuerzo de otras instituciones. Si hay que enterrar el cableado, las empresas y la Cooperativa van a tener que hacer un esfuerzo económico. Hay mejorar todo lo que es la ornamentación, tratar de recuperar lo verde.
El centro tiene que sumar plantas, árboles, porque hoy es todo mucho cemento. Ver si podemos acordar para sacar los carteles Bandera que ya están prohibidos por ordenanza. Y después ver los toldos. Pero para eso necesitamos la colaboración de los comerciantes. No es algo que pueda hacer el Municipio solo. 

-El 2025 va a ser un año electoral, ¿eso va a condicionar o va a ayudar al plan de gobierno? 
-La idea es que no nos mueva el amperímetro, yo obviamente por una cuestión de mi rol político, seguramente tendré alguna actividad que hacer vinculada a eso, pero la idea es que no, que la gestión siga su rumbo, que no se altere para nada. Nosotros sabemos que gobernamos para la gente de Río Tercero y yo tengo un compromiso muy grande.

Ferrer, semanas atrás, durante su asunción como presidente de la UCR provincial 

-¿Y tu rol dentro del radicalismo? 
-Hoy es un momento difícil para ser radical, y presidente del partido ni hablar. 

-¿Va a haber claras definiciones respecto a si se va a producir una alianza con otro sector o partido? 
-Calculo que en marzo o abril va a haber discusiones vinculadas a eso, particularmente yo me estoy dedicando a devolverle territorialidad al partido, recorriendo toda la provincia, conociendo a los dirigentes. A muchos ya los conozco. La verdad que hoy aventurar una alianza es una locura, me parece que nosotros hemos actuado como había que actuar, que era dándole la herramienta al Gobierno nacional para que su primer año de gobierno pudiera dar los primeros pasos, no por ello sin dejar de criticar lo que vemos mal: lo vinculado a la educación pública, a los derechos humanos, el recorte de medicamentos del PAMI no me gustó. Me parece que no está bueno ver a los abuelos sufrir y pasarla mal por un medicamento, sobre todo porque el valor hoy es altísimo. También entendemos que las decisiones duras se toman en función de lo que se heredó, y lo que heredó el gobierno realmente era un caos, entonces lo trato de comprender desde ahí, no justifico algunas cosas. Creo que el radicalismo cordobés ha ocupado un rol colaborador, veremos cómo arranca el año que viene.

“Una eventual alianza (electoral) tiene un marco de discusión muy amplio en el radicalismo, es decir, la discute el congreso partidario, son muchísimas personas, más de 100 discutiendo y tomando la decisión, no es una determinación que la va a tomar un dirigente solo”.

-¿Molesta que algún sector los vincule directamente ya prácticamente en alianza con el Gobierno nacional? 
-Creo que una eventual alianza tiene un marco de discusión muy amplio en el radicalismo, es decir, la discute el congreso partidario, son muchísimas personas, más de 100 discutiendo y tomando la decisión, no es una determinacion que la va a tomar un dirigente solo. Sabemos cómo es la oposición. No puede estar todo el tiempo poniendo piedras y palos en la rueda. Tiene una responsabilidad institucional de, democráticamente, concederle al gobierno algunas respuestas, a los argentinos. Si vos sos representante del pueblo te pueden gustar o no gustar las decisiones de los argentinos; pero tenés que de alguna manera concederle al pueblo que tiene razón en lo que eligió y darle las herramientas. Veo mucho capricho, mucha mentira. Vi, por ejemplo, a Cristina, a Alberto, al propio Macri, a Néstor, con facultades extraordinarias. Entonces, seamos justos también. ¿Por qué a este no La presidenta del partido peronista en la Argentina es Cristina, entonces ahora no me vengan más con el cuento que el kirchnerismo no es el peronismo. Están todos juntos en la Argentina después, si el peronismo en algún momento se reconfigura y aparece otro tipo de dirigente como puede ser Schiaretti, por ejemplo, tipo al que respeto me parece bien. Pero este peronismo de Kicillof, de Cristina, el de Máximo, no. Basta. Hay un montón de gente que no quiere volver para atrás. He visto lo que ha sufrido la gente, lo que ha sufrido el país. El nivel de autoritarismo con el que han gobernado más allá que ahora parecen los más democráticos del mundo. La visión me parece distinta de aquel opositor que es opositor, digamos en el Congreso o en alguna esquina partidaria, que el opositor que gobierna. Estoy muy convencido que la política mundial ha cambiado y no hay más gobiernos de mayorías es decir, es muy difícil que un gobierno tenga mayoría. Son minorías más grandes las que gobiernan pero siguen siendo minorías, entonces vamos a tener en Argentina elecciones de tercios. Elecciones donde sacan 30 puntos, 35 otros, 28 otros, 15 algunos. Vas a tener ese tipo de situaciones que requieren del diálogo y de encontrar caminos de solución ¿por qué? porque nadie va a tener 60 puntos para hacer lo que quiera; entonces eso está pasando en todo el mundo que son democracias parlamentarias. Este es un país presidencialista y cuando te encontrás con una oposición destructiva, el tipo que está en el gobierno no puede tomar ninguna decisión. Termina recurriendo a un DNU que después termina judicializado que no le da seguridad jurídica.