Para el contexto económico y político que se vive a nivel país, el balance es positivo”, afirma Alberto Martino, presidente del Concejo Deliberante a cargo del Departamento Ejecutivo por la licencia del intendente hasta el lunes.

Seis meses pasaron desde el inicio de la gestión en la Municipalidad, con el regreso de Martino a la función pública local en un cargo clave en el esquema que lidera Marcos Ferrer.

“Se han impulsado ordenanzas que por ahí no le cambian la vida diaria a los riotercerenses, pero no dejan de ser importantes para la ciudad. Una de ellas es la derogación de las elecciones PASO: una reforma política y electoral importante para el futuro de la ciudad. Siempre uno depende del impulso que le dé el Ejecutivo y en función de eso se van acordando ordenanzas, que son las que están relacionadas con obras. Y algunas puntuales como son la repavimentación de calles. No ha habido otras obras de importancia por el contexto económico que se vive. También hay una serie de ordenanzas que han salido como la regulación de las ferias comerciales, para que no se vuelva a generar una nueva polémica entre los comerciantes de la ciudad. Con el Ejecutivo se buscó una salida que tratara de conformar a todos. En esa ordenanza no se prohíbe a nadie de afuera que quiere invertir en la ciudad, sino se le da algunas herramientas al Ejecutivo para que pueda regularlas, como días, horarios, lugares y una tasa diferenciada para privilegiar al empresariado local. Sí el Concejo tiene un gran movimiento en cuanto a la gente que viene a expresar sus necesidades, sobre todo económicas”, expresa el concejal en diálogo con TRIBUNA a modo de rápido balance. 

Algunas definiciones políticas deja Martino en la entrevista. Avisa que tiene “aspiraciones” de suceder a su amigo Marcos Ferrer en la Intendencia, habla del panorama social actual de la ciudad, y señala que el principal déficit a solucionar es el habitacional.

-¿La demanda social es importante?
-Ha crecido exponencialmente. No solo se ve desde el Ejecutivo que tiene su área específica, sino aquí en el Concejo Deliberante. 

-Es un fenómeno que no es nuevo: los vecinos recurren a los concejales para respuestas rápidas.
-Es una cuestión de afinidad. Buscan al que conocen, pero siempre los recursos son limitados. 

-¿Te preocupa el panorama actual? ¿Se puede contener?
-Sí se puede, pero no del modo que uno quisiera. Hoy la prioridad es que las familias puedan tener comida. Vemos otras falencias como la habitacional. Ya la vivía yo cuando era intendente y se va profundizando cada vez más. Me parece que habrá que hacer un abordaje pronto respecto de ese tema. Siempre tenemos expectativas que la situación nacional mejore o al menos se equilibre. Que no se pierdan fuentes de trabajo y se puedan ir generando otras nuevas. 

-Cubrir el déficit de viviendas es una asignatura pendiente.
-Absolutamente. Lo venimos arrastrando desde mi gestión. Pero al no haber una política nacional acorde, es difícil implementarla desde el Municipio. Incluso desde la Provincia con el plan Vivienda Semilla, que con las mejores intenciones, no es una solución definitiva. Si no hay una política nacional de viviendas, desde el Municipio estamos con las manos atadas para dar solución a ese gran déficit que es el más importante que tiene la ciudad hoy. 

-¿Desde el punto de vista político cómo ha sido llevar adelante la gestión, teniendo en cuenta la mayoría absoluta que el oficialismo tiene en el Concejo?
-Más allá de eso hemos tratado de consensuar la mayoría de los proyectos. Algunos se logran otros no. Es lógico, para eso hay fuerzas opositoras dentro del Concejo. Pero en las cuestiones más importantes se ha logrado unanimidad. Y siempre atendiendo con respeto algunas cuestiones que los bloques de la oposición no pueden llegar a marcar. Se puede hablar con todos más allá de las diferencias lógicas. Incluso en nuestro propio bloque: somos siete y puede haber diferencias lógicas. Nadia (Atensia) que es la presidenta de bloque se ocupa de eso y lo está haciendo muy bien.

-Hasta el lunes estás a cargo del Ejecutivo por la licencia del intendente, ¿la afinidad con Marcos Ferrer es total?
-Entiendo que sí. No hay ningún tipo de discrepancias. Más allá de la relación que nos une desde hace mucho tiempo, priorizamos siempre la gestión de gobierno. Y después bueno… cada uno hace política. Somos políticos, es lo que hacemos y nos gusta. Entiendo que cada uno tiene libertad de acción para hacer política en el buen sentido. De estar presente en la gente.

-De todos modos se te observa más activo en la gestión, recorriendo barrios, instituciones, con más presencia en las redes sociales.
-Sí, porque estoy para eso. Más allá de mi rol de concejal, mi trabajo es así. Si no hago mínimamente eso, de estar con la gente y visitar instituciones, no me siento útil. Obviamente que alimenta especulaciones para el futuro, lo entiendo. Pero hablaría muy mal de mí como dirigente y como persona si tuviera aspiraciones a futuro y vería a la gente seis meses antes. Sería una falta de respeto.

-¿Tenés aspiraciones políticas a futuro?
-Siempre hay. La gente va marcando cuáles son, hasta dónde se puede llegar. Todos los que hacemos política aspiramos a algo.

-Teniendo en cuenta el escenario local que se abre en 2027.
-El escenario está abierto. Y debe haber varios con intenciones y me parece bárbaro, mientras las reglas sean claras e iguales para todos, vamos a llegar sin problemas. Sí estoy convencido que no hay que adelantar los tiempos. Sería un grave error. Aún falta mucho tiempo para comenzar a hablar de candidaturas. Es el tiempo que se consolide la gestión de gobierno, y pasadas las elecciones legislativas del 2025, si me preguntás ahí quizá te pueda dar definiciones más precisas. 

-El intendente Ferrer no descartó ser candidato el año que viene. ¿Estás preparado, en ese caso, para asumir un desafío de gobierno y completar la gestión?
-Creo que es una cuestión lógica que si él se fuera (a cumplir otras responsabilidades) completaría yo el período de gobierno. No sería una decisión solo mía, por más que sea el presidente del Concejo Deliberante. Si fuera así no tendría ningún problema. No estoy especulando. Sí le deseo a Marcos lo mejor para su futuro político. En buenahora si es en 2025 y en 2027. Marcos tiene una proyección política que ningún otro dirigente tiene, al menos dentro del radicalismo. Él sabrá manejar los tiempos de cuándo tiene que aprovechar las oportunidades. Reitero que no hago en lo personal una especulación al respecto. Simplemente al amigo intendente le deseo lo mejor. Desde el Concejo Deliberante y desde su gabinete, las espaldas las tendrá bien cubiertas.

Marcos tiene una proyección política que ningún otro dirigente tiene, al menos dentro del radicalismo. Él sabrá manejar los tiempos de cuándo tiene que aprovechar las oportunidades. Reitero que no hago en lo personal una especulación al respecto. Simplemente al amigo intendente le deseo lo mejor. Desde el Concejo Deliberante y desde su gabinete, las espaldas las tendrá bien cubiertas.

-¿Qué te preocupa del escenario nacional?
-Me preocupa mucho. Con la ley de bases se perdió tiempo. Es una ley que tendría que haber salido hace tres meses. El Gobierno nacional no tuvo cintura política para ir priorizando temas e ir saliendo de este desastre económico, de la herencia que venimos arrastrando hace 20 años. No tuvo tacto político para manejarlo. Hasta el mes pasado se venía cómo el riesgo país bajaba, el dólar estaba planchado y la inflación iba bajando, pero ahora empieza un período de incertidumbre que los mercados, que son los que manejan la economía del país, están enviando un mensaje al gobierno de que se necesitan otros cambios, otro tipo de herramientas para poder volver a invertir, para producir y generar puestos de trabajo. Es importante entonces apurar algunas decisiones económicas que son las medidas a largo plazo para el éxito de la Argentina. Es importante la salida del cepo, la eliminación del impuesto país. Consolidar la baja de la inflación, con una salida del cepo, para tratar de atraer inversiones, es algo que ya no puede esperar. Se aprobó la ley de bases y parece que el gobierno no tiene nada preparado para una segunda etapa, para relanzar la gestión. Se entiende el saneamiento del Banco Central, de la emisión monetaria cero, sin déficit fiscal, pero el empresariado local y quienes desean invertir en la Argentina, y nosotros, los ciudadanos de  a pié empiezan a exigir otro tipo de resultados. No hemos bancado estoicamente los aumentos de tarifas, de combustible, porque entendimos el esfuerzo, pero llega un momento que hay un límite y se está agotando. El discurso anticasta cumplió una etapa. Es hora de empezar a consensuar para buscar herramientas para que la Argentina salga adelante. 

“No estoy atado a un partido que me impida decidir qué es lo mejor para la ciudad”

Martino asegura que no tendría problemas en completar el mandato del intendente si éste decide ser candidato en las legislativas de 2025

-¿Te sentís dentro del radicalismo?
-Sí, pero a mí no me ata el hecho de estar dentro del radicalismo, o considerarme radical. No es algo que en lo personal me impida abrirme o apoyar otras expresiones políticas. O a otros dirigentes políticos que a mi entender le harían bien a Río Tercero o a Córdoba. No estoy atado a un partido que me impida decidir qué es lo mejor para la ciudad. No significa que deje de ser radical. Es algo normal hoy. El político ve quién lo representa más y va hacia ese lado para tratar de lograr los objetivos. Es hora que en el país comencemos a transitar un camino unificado. Nosotros no somos un pueblito que vive solo del campo, tenemos industrias importantes que dependen del contexto económico nacional, la industria metalmecánica, la Universidad Nacional. En lo personal si tuviera que apoyarlo a Milei porque considero que es lo mejor que le puede pasar a Río Tercero, lo haría. Te digo Milei como cualquier otro. Alguien que nos lleve a un futuro mejor. Cuando en su momento decidí dar el paso de formar parte del gobierno provincial de Schiaretti (como integrante de la Agencia Córdoba Deportes), lo hice convencido por lo que era Schiaretti como gobernador. Aspiro y sueño para la Argentina, un estilo de gobierno similar al de Schiaretti, Rodríguez Larreta. A tipos que vayan por el medio. Dentro del radicalismo el discurso de Rodrigo (de Loredo) es muy interesante, muy avanzado. Por más que lo critiquen el discurso de (Martín) Lousteau me gusta. En lugar de él tendría otra actitud respecto del Gobierno nacional: lo apoyaría más en algunas cosas. Son personas muy preparadas, con buenas ideas. Hay gente muy valiosa y muy capaz. Aspiro a una conformación de centro, que algún día dejemos de lado la grieta, el anti. Yo aspiro que a Milei le vaya súper bien. Y no seré mileísta. No puede ser que si no opinás igual que él te liquiden por las redes. Es lo mismo que le criticaban a los kirchneristas. Aspiro a que encontremos tipos equilibrados para conducir, que prioricen a los privados para que inviertan, pero también al Estado que es importante para la salud y la educación. Si no encontramos alguien que entienda eso, es muy difícil que salgamos adelante. Por eso me identifico más con Schiaretti, con Rodríguez Larreta, que es el estilo de gobierno que me gusta: el no confrontativo. 

-¿Qué importancia política le ves al acto provincial del 9 de julio en Río Tercero? 
-Fantástico. Yo como intendente lo viví personalmente. Es una experiencia única e inolvidable para la gente. Río Tercero es una de las ciudades más importantes de la provincia. En esta apertura que tiene el Gobierno provincial tiene una intención política. (El gobernador Llaryora) quiere demostrar en hechos ese discurso del cordobesismo, que lo impulsó De la Sota, lo continúo Schiaretti y lo pretende reafirmar Llaryora. Me parece políticamente muy inteligente hacer el desfile acá, y para los riotercerenses es fantástico. Sigue con la idea de confluir en ese único partido que, en lo personal, no me disgusta.