¿Cómo afectó la devaluación en el mercado local?

Tras unos días conviviendo con una nueva devaluación cambiaria generada como respuesta inmediata al resultado de las elecciones PASO, cualquier ciudadano que consuma habrá sentido el impacto.

Prácticamente, no hay rubro que no haya sufrido alguna alteración en cuanto a precios y stock, y referentes  locales, ofrecen un muestreo del impacto en la ciudad.

Automóviles y neumáticos
Desde su concesionaria, Claudio Aimeri, afirmó que a comienzos de semana se quedaron sin referencia de precios para automóviles 0 kilómetro, lo que paralizó naturalmente las ventas. En cuanto a los usados, las subas rondaron el 10 por ciento.

En la mayoría de los casos, adquirir estos bienes demanda negociaciones que llevan algunos días, por lo que fue necesario sentarse nuevamente con clientes y “ceder de ambas partes” en base a lo ya acordado.

Aimeri reveló además que creció el número de clientes que se acerca con dólares en la mano, entendiendo que se encuentran ante “su oportunidad”.

Relacionado con esto, los neumáticos en su mayoría han contado estos días, con stock y precios, aunque desde inicios de año, acumulan un aumento del 80 por ciento. También se mantienen planes de financiación de hasta 18 cuotas.

La madera es otro producto que se quedó sin precio, provocando a su vez, cierta retención por parte de proveedores.

Las ventas que pudieron realizarse en cuanto se fue distendiendo esa situación, fueron con aumentos superiores al 10 por ciento en materiales nacionales y de casi un 20 por ciento en los importados, que obligaron a desestimar presupuestos de la semana anterior.

Alimentos
En cuanto a los aumentos, Carlos Lucero, presidente de la Cámara de Comercios Barriales, se refirió especialmente a la harina, cuyo aumento llegó a un 20 por ciento, aunque asegura que ningún artículo queda exento. Al mismo tiempo, manifestó su preocupación por tratarse de alimentos y necesidades básicas.

También apuntó que algunos proveedores especulan con la mercadería, generando faltantes.

Lo que menciona el dirigente puede ser constatado en las propias panaderías, donde advierten que la suba está generalizada a todos los insumos y hasta creen que es un poco más al citado en torno a la harina.

Por ahora, el traslado de ese aumento a los consumidores es gradual, promediando un 10 por ciento, mientras observan  “cómo se comporta todo”. 

También advierten que el último aumento en el mostrador se había dado un mes atrás, pero en ese período, la materia prima no se mantuvo inalterable.

El kilo de pan ya supera los 700 pesos y una factura puede costar más de 200.

La carne registró un aumento inmediato de un 30 por ciento con la pulpa como referencia que superó los 3.000 pesos el kilo. Igualmente, descartan que haya un nuevo incremento antes de que concluya este mes.

No obstante, apuntan a una cuestión anterior a esta devaluación, vinculada con la falta de hacienda por la baja rentabilidad del sector ganadero que resulta del aumento en “comodities” y alimentos.

El campo también 
Matías Pistelli, presidente de la Federación Agraria Filial Río Tercero, observó un freno en la cadena de comercialización de algunos acopios y aseguró que el sector se ve tan afectado como el resto.

A su vez, señaló que ya venían teniendo complicaciones con agroquímcos y fertilizantes por las restricciones que operaba el Banco Central para el resguardo de sus divisas.

Como era de esperarse, la incertidumbre post-elecciones generó días particularmente agitados entre quienes trabajan con la moneda norteamericana.

Así lo revelaron desde financieras locales, señalando que predominaron ventas pequeñas no superiores a los 200 dólares, interpretando que la gente hace lo que está a su alcance para refugiarse en esta alternativa de ahorro.