Un nuevo mapa electoral con claros ganadores y grandes derrotas

La estrategia electoral, basada en la conformación de Juntos por el Cambio con lista única, una oposición altamente fragmentada y la muestra de evidentes avances en la gestión municipal, explican el holgado triunfo del intendente Marcos Ferrer en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del pasado domingo. Ferrer se consagró candidato y se encamina a su casi segura reelección en las generales que serán convocadas la semana próxima. Logró el respaldo del 44 por ciento de los votos, muy cerca del 50 por ciento obtenido en las PASO de 2015 y 2019 con la sumatoria de tres candidatos radicales. Precisamente es el objetivo para las generales, sumar cinco o seis puntos más con mayor participación de electores (el domingo votó el 55% del padrón de 44 mil vecinos). Los escenarios de 2015 y 2019 no son comparables, puesto que en las dos oportunidades el radicalismo se presentó fragmentado con tres candidatos y los votos “opositores”, tras el triunfo de Alberto Martino primero y de Ferrer luego, se fugaron mayormente  en la general a quien resultó segundo con escaso margen: Juan Pablo Peirone, quien no se presentó a la contienda local y hoy es candidato a legislador departamental de JxC.     

En esta ocasión, los votos de la lista de Ferrer son propios, con lo cual es muy improbable que haya deserciones: todo lo contrario, en el oficialismo esperan ampliar el margen con quienes no fueron a sufragar y con el llamado “voto útil”, que posiblemente se traslade desde los espacios opositores más castigados en la elección, Unidos por Río Tercero y Cuidarte. 

Ese caudal, impredecible, podría repartirse en parte entre el oficialismo representado por Ferrer, y quien resultó segundo: Nicolás Rodríguez de Nuevas Ideas. El nuevo partido del concejal terminaría de configurar una nueva oposición en Río Tercero, como lo fue en los años 2000 el vecinalismo de Juan Carlos Mussano y años después el desaparecido Frente Todos por Río Tercero.

Pero para tener un panorama más claro repasemos los números de las PASO del domingo.
Marcos Ferrer (Juntos por el Cambio): 44.29% (10.505 votos)
Nicolás Rodríguez (Nuevas Ideas): 23.02% (5.459 votos).
Unidos por Río Tercero (PJ): 15.64% (3.708 votos).
Dentro de esta alianza por candidatos:
José María “Pecho” López: 2.252 votos (9% como candidato en función del total de la elección). Bajó 7 puntos respecto de 2019.
Daniel Rotti: 588 votos
Nicolás Cappellini: 446 votos
Ramón “Nito” Rodríguez: 422 votos. 
María Luisa Luconi (Cuidarte): 13.72% (3.253 votos). En 2019 Luconi logró 20.4% en las primarias.
Angel Arri (UCEDE): 3.34% (791 votos).

Así, Ferrer estiró una distancia de 20 puntos respecto del segundo (unos cinco mil votos de diferencia), de 29 por ciento sobre el tercero Unidos por Río Tercero (6.797 votos), y de 33 por ciento sobre el cuarto: Cuidarte de María Luisa Luconi (7.252 votos de diferencia). El intendente casi duplicó el porcentaje de las PASO del 19, y logró 14 por ciento más que en las generales de ese año cuando resultó electo con el 30%, en una elección que se presentó en tres tercios. 

La nueva configuración electoral le daría al intendente otra ventaja de ser reelecto: un Concejo Deliberante con mayoría de concejales propios y no, como viene sucediendo en las últimas administraciones, integrado por diferentes sectores internos del radicalismo. De este modo se asegura una gobernabilidad plena para los próximos cuatro años de mandato.

La gran sorpresa fue sin dudas Nicolás Rodríguez, alcanzando la mitad de los votos del ganador, dejando muy atrás al PJ y al radicalismo disidente. También lo fue Angel Arri, un libertario que se presentó con el sello de la UCeDé; un outsider de la política, quien en el mano a mano con Rotti, Nito Rodríguez y Cappellini, los superó ampliamente a pesar de la amplia militancia de los tres que compitieron en Unidos por Río Tercero. 

Tanto Cuidarte como la alianza justicialista Unidos, y en ella “Pecho” López, fueron los grandes derrotados de la elección. Respecto de las PASO de 2019, Luconi perdió nada menos que siete puntos. Y Lopéz como candidato, seis por ciento. En 2023 respecto de Ferrer la diferencia de López en cantidad de votos es abismal: unos 8.200. Este resultado implica un retroceso notable para el justicialismo local, que en 2019 se había recuperado luego de 20 años de sucesivas derrotas y quedó a un paso de la Intendencia.

El justicialismo y una campaña incierta

José María López, el ganador de la interna de Unidos por Río Tercero en las PASO del domingo, pero ampliamente derrotado por el intendente Marcos Ferrer, comenzó muy tarde la campaña. Casi no la hubo en torno a la difusión de las propuestas y en la ausencia de los precandidatos en los barrios. López recibió el apoyo público del candidato a gobernador Martín Llaryora. Ambos compartieron un acto con la militancia. Pero no fue suficiente. Sin embargo, López insistió con ese respaldo tras conocer el resultado el domingo en la noche. Dijo que el objetivo de ganar la interna de su espacio estaba logrado, y ahora esperaba trabajar en la campaña local con Llaryora electo gobernador, para asegurar obras y proyectos para la ciudad.  A las pocas horas López dejó el país rumbo a Francia, donde este fin de semana verá competir a su hijo “Pechito” en una de las carreras más legendarias del mundo: las 24 Horas de Le Mans, donde en 2021 hizo historia y se consagró campeón. Ahora espera repetir la hazaña junto a su padre, por ahora, lejos de la política local.