Otra nueva ruta, genera oportunidad de progreso para Punta del Agua

Con una larga historia de aislamiento que supera los tres siglos, Punta del Agua se encuentra ahora ante posibilidades de conectividad que le abren un interesante abanico de oportunidades.

El presidente comunal, Daniel Cabrera, no disimula su entusiasmo al anunciar que comenzaron los trabajos de pavimentación en la ruta provincial 10, que une esta localidad con Las Perdices.

“Es una obra histórica, muchas veces prometida que va ser un antes y un después para Punta del Agua porque ya no seremos punta de línea y nos permite conectarnos con la ruta 158”, afirmó.

Este tramo de 18 kilómetros demandará una inversión cercana a los 2.300 millones de pesos, que en un 70 por ciento, será afrontado por la Provincia y el 30 por ciento restante, asumido por productores agropecuarios beneficiados, quienes abonarán su parte en cinco cuotas anuales.

Para esto, se conforma un Consorcio Caminero Único, como ocurre con este programa de mejoramiento de caminos rurales en otros puntos del territorio cordobés, aunque en este caso el reparto del costo no es mitad y mitad, dada la erogación que supone la conexión con la 158. Allí está proyectado un puente sobre el ferrocarril y una rotonda que corregirá dos peligrosas curvas de la antigua traza. El plazo de la obra es de 12 meses.

El presidente comunal, Daniel Cabrera, aguarda que a partir de la mayor conectividad, crezca notablemente el interés de nuevos habitantes y empresas, por radicarse en la localidad.

Cabrera explicó que tanto él como su par de Las Perdices, tuvieron a su cargo, la búsqueda de conformidad entre los productores, algo que encontraron en la mayoría de ellos, no solo para afrontar la inversión que les toca sino también por parte de aquellos que deben ceder tierras.

Vale recordar que recientemente, fue recuperada la ruta que une Punta del Agua con Hernando y actualmente, también se está pavimentando el camino rural en dirección a Las Isletillas, que podría estar concluido entre marzo y abril.

El jefe comunal está convencido que la conectividad generada por estas obras traerá aparejado un mayor interés de radicación en la localidad, tanto por parte de empresas como habitantes.

En esa dirección, afirmó que la Comuna cuenta con tierras para abastecer la demanda, teniendo en cuenta el menor costo de vida que implica vivir allí.

Al respecto recordó que la preparación para este “desafío” que ahora enfrentan, arrancó en 2008, un año después de asumir su primer mandato cuando una de las primeras medidas fue la ampliación del ejido urbano a casi 150 hectáreas.