Pablo Prigioni, el nuevo guía de la selección nacional

Con 45 años y una trayectoria intachable como basquetbolista profesional, luego de diversas experiencias como entrenador y asistente técnico incluso en la NBA, le llega el turno al riotercerense Pablo Prigioni del debut como técnico del seleccionado argentino. Será hoy a las 13.50 ante Islas Vírgenes en el marco de la AmeriCup, que podrá seguirse en vivo por TyC Sports.

"Mi sentimiento por la selección es muy grande, al igual que mi compromiso con este grupo. La camiseta de Argentina es lo más importante. Estamos enfocados, staff y jugadores, en dar lo mejor de cada uno de nosotros en el torneo que tenemos por delante", manifestó al sitio oficial de la Confederación Argentina de Básquetbol (CAB) una vez oficializado en el cargo que dejó vacante Néstor "Che" García.

"Pablo es un ejemplo de superación y evolución permanente. Tuvo una ascendente carrera como jugador y durante mucho tiempo se mantuvo en las principales competencias mundiales. No tengo dudas de que su carrera como entrenador en la selección será la continuidad de su constante desarrollo profesional", lo elogió Fabián Borro, presidente de la CAB.

Opinión de "Quico" Pistelli
El anuncio del arribo de Prigioni al nuevo cargo, luego de haber trabajado como asistente ya en el seleccionado, sacudió a la región por lo que significa para la Capital Nacional del Deportista. En ese sentido, el periodista especializado en básquetbol Mario "Quico" Pistelli, que lo conoce desde hace años, expresó el orgullo ante tal novedad.

"Es un tipo con capacidad de diálogo y unión, con presencia y carácter fuerte, que lo han puesto en un lugar distinto a otros jugadores. Tuve la posibilidad de verlo en Estados Unidos en el Madison por invitación de él y veíamos cómo en cada minuto, él hacía aportes y jugadores de la NBA lo escuchaban. Él tiene esa condición de líder, de capitán de equipo, que lo llevó a ser capitán mucho tiempo en el básquet europeo pero también la capacidad de director técnico. Estudió, se capacitó, dirigió en Tau Cerámica, pero el trabajo en Brooklin y Minnesota demuestra que, cuando él habla, se lo escucha", reconoció Pistelli.

"No es oficial, pero me cuentan que no tuvo ningún requerimiento económico", destacó el periodista, que repasó algunos gestos en su carrera, como resignar dinero para llegar a la NBA o descender de categoría para tener más minutos en cancha. "Es su sueño. Va por la gloria", ponderó.

"Pablo se fue a los 16 años cuando 9 de Julio decidió no jugar el Provincial. Su papá Raúl Prigioni estaba en la subcomisión de básquet. Cuando '9' decide no participar, el chico, que quería medirse y competir con los mejores, se subió a un camión. Se fue a San Nicolás a probarse. No quedó en Belgrano porque no llegaban los papeles. Terminó jugando un Provincial en Ramallo. Volvió a San Nicolás y consiguió el ascenso. Y después llegó a Obras Sanitarias. No conforme con eso, llegó como tirador, un escolta, que pasaba poco la pelota. Su técnico le dijo que, por su estatura, debía jugar de base. Él siempre se adaptó y cambió rotundamente su juego, siendo base. Su representante lo convocó para una prueba en Fuenlabrada en Europa, quedó y ahí vino la carrera que conocemos en España, siendo uno de los mejores bases de Europa. Nunca jugó en juveniles ni cadetes de la selección argentina y parecía que quedaba afuera de esa camada dorada. Es de la clase de Emanuel Ginóbili. Pero le llegó la chance y jugó en la selección, fue medalla de bronce en Beijing. Y cuando parecía que no llegaba a la NBA, llegó a los 35 años", repasó sobre la vida de Prigioni.

Además de esta AmeriCup, el desafío será lograr la clasificación al Mundial 2023. Queda enfrentar a República Dominicana, Bahamas y Canadá, disminuido sin jugadores NBA. "Son esos desafíos que a él le gustan y ojalá los resultados lo acompañen. El seleccionado argentino debe ganar dos partidos más para clasificar al Mundial de Filipinas, Japón e Indonesia 2023", analizó Pistelli.

"Recuerdo que en 2012 le hice una nota a Sergio Hernández y me dijo que le veía todas las condiciones a Pablo Prigioni de ser el técnico de la selección argentina, por lo que la continuidad estaba garantizada", cerró, como un mensaje premonitorio para esta nueva experiencia de Pablo.

"A Ginóbili no le dicen bonaerense, le dicen el bahiense. En vez del cordobés Prigioni, deberían decirle el riotercerense, porque nació acá, en la Capital Nacional del Deportista", reclamó Pistelli a la prensa porteña y colegas del entorno.

Desde hoy, desde Río Tercero y con el orgullo a flor de piel, el Alma Argentina, nueva designación de herederos de la Generación Dorada, buscará escribir más páginas de gloria de nuestro básquetbol. Y el guía para ello será el "Monito", embajador riotercerense para el mundo.