La visita de dos importantes funcionarios, a nivel nacional y provincial, en el mismo día, puso hace pocos días a Villa Ascasubi en la principal vidriera de la política regional.

Con diferencias de algunas horas, el pasado viernes 30 de abril, estuvieron allí el ministro de Seguridad de la Provincia, Alfonso Mosquera, y el secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill.

La inauguración de un centro de monitoreo y la firma de un convenio para llevar pavimento a todo el pueblo, le dieron marco a estas presencias, pero el análisis político debería ir más allá de una jornada puntual.

En este escenario marcado por las elecciones legislativas de noviembre, el intendente Fernando Salvi aparece como uno de los principales dirigentes que en esta región, puede contribuir al suceso del justicialismo en dichos comicios.

Con esa proyección, cabe preguntarse hacia donde irá su influencia como un valor que podrían disputarse, las líneas provincial y nacional del PJ, es decir, Hacemos por Córdoba y el Frente de Todos, buscando “ordenar” el partido en Tercero Arriba.

Ante la falta de “rivales” que amenacen este posicionamiento, Salvi apela a lo que denomina el “Modelo Villa Ascasubi” para extender su influencia más allá de la localidad que gobierna.

Inaugurar una obra por mes como se propuso en este 2021 es la principal carta de presentación. Conscientes del impacto que ello genera, cada corte de cintas contó con la presencia de algún alto funcionario y la tendencia es que eso siga ocurriendo, al menos con representantes provinciales.

El intendente remarca que un 30 por ciento del presupuesto (unos 36 millones de pesos) es destinado a obras en la localidad y se permite la comparación con Río Tercero, donde eso representaría alrededor de 500 millones de pesos, “pero solo se destina un 2,5 por ciento”, enfatiza.

Salvi habla de un “estado de bienestar” para los habitantes a la hora de justificar el direccionamiento de recursos hacia el compromiso de tener a Villa Ascasubi con 100 por ciento de servicios en 2023. Habla además de desempleo cero en la localidad.

En esta dirección, se pueden citar como últimas novedades, el convenio firmado con Gill, mediante el cual pretende extender el pavimento y cordón cuneta a todos los rincones del pueblo.

“En Villa Ascasubi podemos dar fe de lo que es la obra pública transformando la calidad de vida de los vecinos. Es una de las localidades donde se ha escrito una historia de planificación. Uno lo ve en el detalle de sus calles, en sus plazas, en sus accesos, en su luminaria, en su espacio municipal”, resaltó el secretario de Obras Públicas.

Ese mismo día, quedó inaugurado el Centro de Monitoreo y Videovigilancia con funcionamiento durante las 24 horas, tras una inversión supera los 5 millones de pesos. Este sistema de seguridad urbana incluye la instalación de 80 cámaras, una cada tres habitantes.

“Villa Ascasubi tiene el más ambicioso proyecto de videovigilancia de la provincia de Córdoba tomando en cuenta la relación de recursos tecnológicos con densidad demográfica”, valoró el ministro Mosquera.

Más de 20 años con superávit en las cuentas municipales, si se toman los dos primeros gobiernos de Salvi y los tres sucesivos de su esposa, Zully Fonseca, como la continuidad de un modelo, también tienen su peso específico.

Estas circunstancias aparecen como las semillas que le pueden permitir al “Salvismo” expandirse más allá de Villa Ascasubi, en forma de un nuevo frente político que incluso posicionará sus propios referentes en distintas localidades.

En un año eleccionario como el actual y con estas credenciales, se descuenta que la exposición de Salvi irá en aumento, consciente de que tiene algo para mostrar y que sobre todo se puede aplicar en otras jurisdicciones. Eso es lo que el experimentado dirigente llama el “Modelo Villa Ascasubi”.