Opinión. Atravesados por la pandemia hubo un Estado presente

Locales 12 de diciembre de 2020 Por Tribuna
Un año de gestión municipal
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Por Gabriela Brouwer de Koning*

Si bien la humanidad ha atravesado otras crisis a lo largo de la historia -pestes, guerras mundiales o grandes crisis económicas- es cierto que esta es la primera que nos toca vivir, como fenómeno global, en un mundo interconectado. 

Cuarentena global, fronteras cerradas, restricción de libertades individuales, aislamiento, distanciamiento, han pasado de ser escenas del cine de ciencia ficción, a reglas de convivencia, a nuestro día a día, desnudando gravemente las desigualdades sociales preexistentes, producto de la injusticia y la enormemente desigual distribución de riquezas sobre la que está construido nuestro andamiaje socioeconómico.

Ante este contexto mundial, inédito, imprevisible, inimaginable, es que los gobiernos locales tuvieron que gestionar una realidad muy compleja y empañada de incertidumbre, en la más absoluta soledad, con recursos y capital humano propio.

Para nuestro Intendente, timonear ese barco en el medio de la tormenta, sin lugar a dudas, requirió de habilidad para mantener la calma, transmitir tranquilidad, y decidir maniobras mientras el golpe de las olas ponía en riesgo el tejido económico, la salud y la vida de nuestro pueblo.

Hemos visto, como pocas veces antes, la importancia del rol del estado, hasta quienes pregonan un mundo anárquico o el ultraliberalismo, estuvieron en la primera línea, requiriendo y exigiendo el funcionamiento del estado protector. Hemos visto a los servicios públicos adquirir un valor inimaginable, y gracias al enorme trabajo del equipo de salud municipal y a su coordinación con la salud provincial y la privada, se logró que todas las personas ante la enfermedad pudieran ser atendidas y tratadas, sin que el sistema colapsara en ningún momento.

Con el objetivo de cuidar a las personas, se tomaron decisiones que restringieron libertades y derechos, pero que fueron necesarias para que la sociedad se sintiera protegida, con gran trabajo de parte del área de Defensa Civil, pero lejos de ser un estado que solo puso el foco en lo “policial”, las áreas de Desarrollo Social, Educación, Cultura, Culto, Vecinalismo, trabajaron a destajo para dar contención alimentaria a familias vulnerables, contención educativa intentando mantener la conexión escuela-alumno, y social, y contención espiritual y emocional.

Lamentablemente esas loables acciones, lejos están de ser soluciones permanentes. Son solo paliativos frente a inequidades que requieren de acciones integrales, profundas y articuladas con todos los niveles del estado. 

Sabemos que el Municipio no es el responsable de la educación o la salud de la población, sin embargo, tuvo el acto de valentía de levantar la voz, transmitiendo la realidad local, defendiendo posturas que contradecían las decisiones de un Gobierno provincial que lució errante, perdido, a destiempo, castigando a sectores con argumentos injustificables.

Con el confinamiento se intensificó y agravó otro flagelo, el padecimiento de violencia de muchas mujeres, teniendo que soportar ese terror terrible de estar encerradas con su agresor, y sentir que en cualquier momento pueden ser atacadas. Esto provocó una reacción inmediata por parte del estado local que, con su equipo de profesionales, instalaron un sistema de comunicación las 24 horas para su asistencia y se creó Punto Mujer, un espacio destinado a información, concientización y acompañamiento.

El Concejo Deliberante de la ciudad, reaccionó y se adaptó inmediatamente ante la nueva realidad, acompañando cada una de las decisiones, y aportando ideas y soluciones producto del estudio y del debate. Desde un primer momento, se declaró en estado de sesión permanente, sesionando cualquier día y hora para dar las respuestas necesarias, utilizando las nuevas tecnologías y garantizando la vigencia de la división de poderes y la continuidad del sistema. Se trabajó en proyectos para concientizar en violencia de género, como así también en ambiente y ordenamiento urbano; y dimos el marco jurídico acompañando renegociaciones y licitaciones que lograron reducir los egresos económicos del estado.

Con la esperanza puesta en la llegada de la tan ansiada vacuna, existe una pregunta constante y latente: ¿Adónde nos llevará todo esto? Sin dudas una respuesta difícil de encontrar. Solo deseo que esta crisis y sus consecuencias no hayan sido en vano, acompaño en el dolor a aquellos vecinos y amigos que sufrieron la enfermedad en carne propia, o que han perdido a un ser querido, con el anhelo de que el nuevo año, pueda abrirnos un camino hacia la construcción de una sociedad más sensible, empática, solidaria, donde generemos un nuevo pacto, que incluya la justicia social y ambiental.

*Presidenta del Concejo Deliberante (UCR)

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