Sánchez y Piccioni opera al 75% de su capacidad

Regionales 31 de agosto de 2020 Por Tribuna
Metalurgia. Ligada a la situación de clientes que enfrentan distintas realidades sanitarias, una de las principales industrias de Almafuerte busca equilibrar su producción.
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Referirse a la situación de Sánchez y Piccioni trasciende el ámbito privado y significa conocer buena parte del biorritmo industrial en su área de influencia.

En este complejo contexto sanitario y económico, Javier Piccioni asegura que se encuentran trabajando a un 75 por ciento de su capacidad operativa. 

Vale recordar que la industria metalúrgica tiene dos plantas, una en Almafuerte, donde fabrica piezas para la industria automotriz y otra en Los Cóndores, donde hace lo propio para el sector agrícola.

En la primera de las mencionadas se encuentran trabajando 120 de los 170 empleados, tras redistribuciones obligadas de personal debido a la pandemia.

Resulta que en la sede condorina, dado el sector con el que  trabajan, la reapertura se produjo en mayo, mientras que en Almafuerte debieron esperar hasta mediados de junio.

Según relata Piccioni, mientras la fábrica se mantuvo cerrada, los operarios estuvieron suspendidos, es decir cobraban un 75 por ciento del sueldo.

Posteriormente, 20 operarios adhirieron al retiro voluntario y otros nueve que todavía no están trabajando por ser personas de riesgo, cobran tres cuartas partes de su salario, tal como se acordó con la UOM (Unión Obrera Metalúrgica). 

La suma de todas estas acciones permitió alcanzar un cierto equilibrio entre masa salarial y producción, dio a entender el presidente de la empresa.

No obstante, más allá de las medidas que se puedan tomar, “dependemos de los clientes”, afirma.

Si bien en cuanto al sector agrícola las ventas se han sostenido, en el automotriz, cuyo principal “target” se encuentra en Buenos Aires, ha sufrido bajas de producción como consecuencia del aislamiento, que golpea más fuerte en esa parte del país. Sobre esto, vale aclarar que la producción se concentra en el transporte de cargas, tanto camionetas como camiones.

Scania y Toyota son los principales clientes, mientras que John Deere, lo es en la unidad vinculada con el agro.

Naturalmente, dentro de los costos de producción, la energía es un ítem importante. En ese sentido, Piccioni valoró el acuerdo alcanzado con las cooperativas eléctricas de Almafuerte y Los Cóndores.

La industria tiene una “demanda contratada” de energía que ronda los 500 mil pesos mensuales y no fue cobrada mientras las plantas estuvieron cerradas y hubo facilidades para afrontar deudas con el servicio, destacó el directivo.

Si de apoyo local se trata, también apuntó al Municipio, sobre todo en cuanto a la predisposición para llevar adelante los protocolos sanitarios actuales.

La preocupación en el marco de esta pandemia es volver a fase 1 y si bien desde el Municipio observaron que no son proclives a hacerlo, también les advirtieron que ese tipo de decisiones dependen mayormente del COE central.

Una dificultad generada a partir de la situación actual, se está dando con insumos importados, algunos de uso frecuente como abrasivos que llegan de Brasil.

Piccioni intuye que las trabas actuales para importar puede deberse a alguna intención oficial de nacionalizar este tipo de fabricaciones.

Como integrante de la comisión directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de la Provincia, el empresario sostiene que “la situación del sector no es fácil, hay muchos costos ocultos que los clientes no están reconociendo”.

Desde ese lugar también advierte que “muchas empresas se están yendo de la Argentina sin que el Gobierno nacional tome medidas serias para evitarlo”. 

“Somos un país muy caro para los beneficios que se les brinda a los inversores”, concluye uno de los principales industriales que tiene la región.

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