Salir a comprar barbijos hoy en Río Tercero y encontrar disponibles, parece una misión imposible y eso se debe a la gran demanda de estos artículos en el marco de la crisis sanitaria que provoca el virus Covid-19.
 En ese sentido se puede observar a muchos riotercerenses circular por las calles de la ciudad realizando compras de alimentos o medicamentos utilizando barbijos como una medida de prevención ante esa epidemia. Pero ¿son los barbijos una medida de protección ante el virus? Frente a este interrogante TRIBUNA consultó a profesionales sobre los tipos que existen y su utilización.

Por definición los barbijos son un elemento de protección personal del tipo respiratorio. Se trata de mascarillas confeccionadas con un tipo de material filtrante que cubren la nariz y la boca.
 “La clave para el uso de este tipo de elementos de protección es entender la necesidad, es decir, tenemos que tener en cuenta el tipo de riesgo al que nos encontramos expuestos y ahí poder elegir entre la gran variedad de oferta que hay en el mercado de barbijos”, sostiene Luciana Urquiza, técnica en Higiene y Seguridad. 

 Existen varios tipos de barbijos que están confeccionados con material filtrante simple y otros que tienen incorporadas válvulas de exhalación que sirven para filtrar determinados elementos peligrosos que se encuentran en diferentes ambientes de trabajo principalmente. 

 “Teniendo en cuenta la situación actual en donde todos estamos haciendo uso y abuso de este elementos, debemos entender que para que cumpla con su función en este contexto de pandemia es fundamental que consideremos algunos aspectos como por ejemplo, analizar nuestro contexto y evaluar si verdaderamente estamos expuestos al virus Covid-19. Porque de lo contrario nos volcamos todos a comprar y en verdad no los necesitamos y dejamos sin a aquellos que en verdad lo necesitan”, sostuvo Urquiza.

 En ese sentido hay un grupo determinado de riesgo, que por sus actividades laborales o situación de salud deben usarlo, como por ejemplo, personal de salud que trabaja en contacto con pacientes que tienen el virus o presentan síntomas, quienes trabajan en contextos de gran circulación de personas o en la vía pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió: “Cuando las personas infectadas con Covid-19 tosen o estornudan, el virus es expulsado a través de gotículas que pueden llegar a cierta distancia de esa persona. Por lo tanto, para protegerse de los virus respiratorios se sugiere evitar el contacto cercano con cualquier persona que tenga síntomas”. En este caso los barbijos son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con agua y jabón.

Producción en casa
 Es común ver en las redes sociales diferentes videos tutoriales que explican cómo fabricar barbijos en casa con elementos cotidianos. “Es fundamental que tengamos en cuenta al momento de hacer los barbijos en nuestras casas hacerlos con los materiales filtrantes que corresponden, porque de lo contrario no queda garantizado que cumplan la función que se supone  deben cumplir que es la de protegernos del virus”, detalla Urquiza.

RECOMENDACIONES

• Antes de colocarnos el barbijo lavarnos las manos con agua y jabón.

• Asegurarnos que no quede espacio entre la cara y el barbijo.

• Evitar tocarnos la cara mientras lo usamos.

• Cambiarlo si se humedece. En ningún caso reutilizar los que sean descartables.

• Para quitarlo, hacerlo desde la parte trasera sin tocar la parte delantera.

Sin esperar nada a cambio

 Sin dudar, las mujeres que integran el Proyecto Madres de La Luciérnaga, de la Fundación Juntos a la Par, comenzaron esta semana a producir barbijos para los funcionarios municipales, integrantes de Defensa Civil, Bomberos   Voluntarios, policías y personal de salud que se encuentra realizando controles en las calles de la ciudad a partir de la cuarentena establecida por el Gobierno nacional.
 La iniciativa llegó a la institución a partir de la necesidad del Municipio de brindar los elementos de protección necesarios para quienes llevan adelante las tareas de control.

 El único requerimiento de las cuatro mujeres costureras fue que les suministraran los insumos necesarios para la confección de los barbijos.
 Respetando la cuarentena, las cuatro mujeres trabajan cada una desde su casa en la confección de los elementos de protección.

 En este momento, Ramona Guzmán, Graciela Cruz, Rosana Rodríguez y Marta Perafán se encuentran realizando docenas de barbijos desde sus hogares para que sean entregados a quienes se encuentran trabajando en la vía pública.

 El Proyecto Madres de La Luciérnaga funciona desde el año 2014, en el marco de la Fundación Juntos a la Par y le brinda a esas mujeres la posibilidad de generar ingresos a través de ese emprendimiento que implica  la venta de distintos elementos de producción artesanal, ya sean cosidos o tejidos, como bolsos, alfombras, muñecos, entre otros.