La Nochebuena fue una noche mala

Información General 23 de diciembre de 2019 Por Tribuna
Por Adrián Vitali
belen

La Nochebuena, no fue tan buena. Cualquiera diría que fue una noche mala. Porque en la comunidad de Belén, fueron insensibles a la necesidad de una familia sencilla, trabajadora, sin poder. Una familia como cualquier familia de nuestros barrios urbanos periféricos. Una familia que solo buscaba un lugar, un techo, no para ellos sino para dar a luz la vida engendrar desde el misterio.

En esa noche oscura como la incomprensión, nadie quiso compartir con ellos el dolor, la soledad, la incertidumbre, la bronca. Quizás todos estaban preocupados por el censo que había decretado el emperador. Como si a partir del censo del opresor, pudieran como pueblo recuperar la libertad. Una vez más, vamos atrás de las formas y del que tiene el poder y nos olvidamos del prójimo, nos olvidamos del que es igual que nosotros.

Pero en Belén todos se encerraron y se justificaron esperando el después, el más luego, el mañana.

Qué paradoja el creador de todos los lugares, mendigando un pequeño rincón para acercarse a los hombres.

Pero a esta paradoja nocturna, a esta noche que no fue tan buena, a esta noche que tenía todos los elementos para ser mala. Ellos la hicieron buena, porque no perdieron la esperanza de encontrar un lugar. No se resignaron a pensar que la insensibilidad de esta comunidad era un capricho del destino que no se podía modificar. Siguieron caminando, abiertos a la espontaneidad del misterio de un Dios que es Padre y nunca te deja.

Así, encontraron, no en la zona urbanizada de Belén, sino fuera del pueblo, entre las montañas, la generosidad de una cueva, que nunca dijo no a los que quisieron cobijarse en ella. Porque las cuevas fue creadas para la hospitalidad, para la gratuidad universal. En esta cueva frecuentada por pastores y animales fueran acogidos sin especulaciones ni temores. Vaciaron el pesebre con la comida de los animales y lo cubrieron con pajas cálidas como sus miradas. María recostó al niño envuelto en pañales y desde ese momento Dios acampo entre nosotros. Desde ese día, el extraño se convirtió en prójimo y el extranjero en hermano. Desde ese día la navidad es la celebración de la fraternidad universal.

¡Feliz navidad!

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