“Rompelo Tano”, un álbum homenaje a la obra del gran bandoneonista Osvaldo Ruggiero

Artes y Espectaculos 24 de septiembre de 2022 Por Tribuna
Todo queda en familia para los Ruggiero, más una ayudita de amigos talentosos. Columna de Maxi Carranza ([email protected])
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Daniel y Adrián Ruggiero homenajearon a su padre en el disco “Rompelo Tano”

En el mundo del rock, una imagen icónica es cuando Pete Townshend rompía su guitarra en un concierto a mediados de los ´60. El acting se transformó en un clásico en los shows del grupo The Who y se considera que Townshend fue el primero que hizo esto en el género. En Argentina y muchos años antes, el bandoneonista Osvaldo Ruggiero (1922-1994) también hacía lo mismo con su instrumento. Solo que no lo estrellaba contra el piso sino que su enérgica performance hacía que el fuelle quedara fuera de combate. Además, un grito de guerra de la hinchada de Pugliese lo arengaba con esas palabras: “¡rompelo Tano!”, que se escuchaba en medio de las actuaciones. Hace unos meses, los hijos de Osvaldo Ruggiero editaron el disco “Rompelo Tano”, un homenaje al primer bandoneón  de la orquesta de Pugliese. El material incluye diez temas y salió a través del sello Brabacam.         

TRIBUNA habló con Daniel Ruggiero, destacado bandoneonista como su padre, para conocer esta nueva producción.

El tano que la rompía
El reciente álbum rinde homenaje al gran compositor y bandoneonista  para celebrar el centenario de su nacimiento, que se conmemoró el pasado 22 de septiembre. En esa fecha, el disco  se presentó en vivo en el Club Atlético Fernández Fierro (Buenos Aires) con un documental dirigido por Augusto Deantoni. 

El repertorio de Rompelo Tano incluye composiciones para orquesta típica, con arreglos originales escritos especialmente para este registro. Con ocho bandoneonistas invitados como solistas y directores de la orquesta, más un cantor invitado, “Rompelo Tano” es el primer material dedicado íntegramente a Osvaldo Ruggiero. Además, este estreno incluye una obra inédita del  artista, “Chalita”, arreglada y dirigida por su hijo Daniel Ruggiero. El otro ideólogo de esta obra es Adrián Ruggiero, hermano de Daniel y también bandoneonista como manda la tradición familiar. Adrián es el creador de la agrupación Violentango en  2004, donde se destacó como compositor y arreglador. Con esta formación grabó seis discos y lleva realizadas innumerables giras internacionales. 

Cordobeses
El cantante Ariel Ardit –quien nació en Córdoba pero se radicó de chico en Buenos Aires- participa en el disco interpretando “Tiempo”: “Mi padre escribió muchos tangos pero solo dos fueron con letra. El que hace Ariel es uno de ellos. Es una composición muy vieja y la primera que le grabó Pugliese a mi papá. Además queríamos darle una nueva mirada. A Ariel lo   conozco hace años y le tengo una gran admiración, por eso lo invitamos”, expresó Daniel Ruggiero a TRIBUNA. 

Por otro lado, el riotercerense Pablo Jaurena también hace su aporte en la transcripción del tango “Bordoneo y 900” uno de los clásicos de Osvaldo Ruggiero. Hace unos años, más precisamente en 2019, Daniel Ruggiero fue invitado a dirigir la Orquesta Provincial de Música Ciudadana en el Teatro San Martín de la capital cordobesa. En esa actuación, Daniel Ruggiero celebró los 20 años de carrera y compartió formación con Pablo Jaurena y Damián Torres, este último director estable de la Orquesta.

El león del bandoneón
Osvaldo Ruggiero es un referente histórico del tango que tiene un lugar propio en la historia y cultura argentina. Fue miembro fundador de la legendaria orquesta de Osvaldo Pugliese en 1939, a la temprana edad de 17 años. En 1943, ya como primer bandoneón, se convirtió en uno de los pilares del estilo de la formación, que sigue vigente en la actualidad. Con Pugliese estuvo hasta el año 1968, cuando fundó junto a exintegrantes de la Orquesta el mítico Sexteto Tango, que dirigió hasta sus últimos días.    

Osvaldo Ruggiero nació en Buenos Aires pero le decían Tano por su ascendencia, ya que su padre era un inmigrante italiano. En cuanto a su performance en vivo, es muy famosa la anécdota del músico cuando rompió tres bandoneones en un show para la televisión. A medida que iban quedando inutilizados, los demás integrantes le pasaban el suyo, los cuales también quedaban inutilizados. Por último, cabe destacar en el nuevo disco el excelente arte de tapa a cargo de Noe Gaillardou, diseñadora gráfica de Buenos Aires radicada en las sierras de Córdoba.

Tango de hoy
Daniel Ruggiero tiene una mirada particular sobre la actualidad del tango, con una movida under en constante crecimiento: “Hay una ebullición desde el lado creativo, hasta comparable te diría con la década del ‘40 con buenos letristas, intérpretes, milongas y un sinnúmero de cosas. Eso por el lado del boom creativo, pero creo que eso no se refleja en igual medida en la difusión del género. No es la época en que el tango juntaba 10000 personas en la cancha de San Lorenzo. En aquel momento el tango era la música que se respiraba en la calle y hoy no lo es”, expresó Daniel Ruggiero. 

Otra consulta al bandoneonista y productor del disco -junto a Juan Manuel López- fue sobre lo que hubiera pensado su padre de este homenaje sonoro. Es conocido el perfil bajo que cultivó Osvaldo Ruggiero y la actitud de no figurar solo con su nombre: “No sé si le hubiera gustado porque mi papá creía en las construcciones colectivas. No hubiera sido cómodo para él por su humildad pero seguro que le hubiese agradado tanto amor que pusieron músicos actuales en su obra”. A 100 años del natalicio de Osvaldo Ruggiero, el maestro vuelve a renacer en este disco que le rinde un merecido tributo.

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