Ahora, el desafío es acercar las dosis a quienes aún no se vacunaron

Locales 28 de septiembre de 2021 Por Tribuna
Lucha contra el Covid-19.Tras el objetivo de la “inmunidad de rebaño”, el equipo sanitario busca sortear barreras culturales y problemas de conectividad para extender la inoculación.
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Según estimaciones de la Secretaría de Salud del Municipio, a cargo de Silvina Cisneros, más del 50 por ciento de los riotercerenses mayores de 18 años, ya recibieron las dos dosis contra el Covid-19.

 A esta altura, con una mayor disponibilidad de vacunas, la mayoría de quienes aún no fueron inoculados enfrentan algún obstáculo que conspira contra su voluntad o simplemente, no quieren hacerlo. 

Este panorama abre un nuevo desafío para las autoridades sanitarias, tras el objetivo de la anhelada “inmunidad de rebaño”, que se puede alcanzar con un 70 por ciento de la población vacunada, aunque varios especialistas indican que ese porcentaje deber ser superior, tratándose de una enfermedad tan contagiosa.

Censos espontáneos que van realizando trabajadores sociales en los barrios de la ciudad, permiten detectar un perfil de los no vacunados, con una franja etaria predominante entre los 40 y 60 años que aducen arraigadas cuestiones culturales para rechazar la inoculación.

Pero también persisten los problemas de conectividad en los sectores periféricos, tanto desde el punto de vista tecnológico para inscribirse, como de logística a la hora de acercarse al vacunatorio del polideportivo municipal.

En este contexto, la estrategia es ir hacia ellos y vacunarlos en su terreno, como se está previsto hacer con unas 30 personas que trabajan en los cortaderos de ladrillo, al extremo oeste de Río Tercero. Para ello, Cisneros explicó que se aguarda la llegada de la vacuna Cansino, que al ser monodosis, está pensada para poblaciones de difícil acceso.

La funcionaria adelantó que un operativo similar se proyecta para barrio Los Algarrobos, una de las zonas más vulnerables de Río Tercero. 

Otra iniciativa en esta dirección se llevó a cabo el mes pasado con vecinos de barrio Parque Monte Grande, para quienes se dispuso un transporte gratuito de la empresa Río Bus, aunque solo se logró trasladar a ocho vecinos hasta el vacunatorio.

En ese sector se encuentra asentada una importante comunidad gitana, que son claro ejemplo de la ya mencionada resistencia cultural hacia la vacuna, sobre todo entre los adultos. Afortunadamente, esta tendencia no se mantiene entre los más chicos con las dosis de calendario, señaló la directora de Salud. 

Precisamente, de ese grupo de personas provenía uno de los dos fallecidos durante septiembre. Tras atravesar todo agosto sin muertes relacionadas al Covid-19, ambos decesos pertenecieron a personas mayores de 60 años con comorbilidades, que no estaban vacunadas, remarcó Cisneros.

Teniendo en cuenta que no se trata de un acto obligatorio sino voluntario, la funcionaria cree que “no se deben perder las oportunidades de vacunar”, cuestionando de alguna manera, la necesidad de registrarse digitalmente que venía imperando. “Notamos que al liberar el acceso, se amplió notablemente la cantidad de vacunados”, enfatizó.

Por otra parte, ante el incierto avance de la variante Delta y su alta contagiosidad como característica principal, Cisneros cree fundamental “apurarse” con la colocación de segundas dosis.

En cuanto a la defensa contra una “tercera ola” originada por esta cepa, la autoridad sanitaria no solo deposita sus expectativas en el avance de la vacunación, sino también, una especie de “competencia viral” con Manaos, dado que su predominio actual podría debilitar a la anteriormente mencionada.

Mientras tanto, remarcó la importancia de mantener las medidas de bioseguridad conocidas más allá de esta baja sostenida en los contagios y puso la alerta sobre lo que pueda ocurrir de aquí a 14 días como resultado de las celebraciones por la llegada de la primavera.

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