Los números suelen tener diferentes lecturas según quien los analice y más aún si vienen acompañados de una connotación política, tras lo ocurrido con las elecciones PASO en la región.

La clara victoria de Juntos por el Cambio registró precisamente en el departamento Tercero Arriba su mayor ventaja, alcanzando casi el 52 por ciento de los votos, entre las cuatro listas que dirimían una interna.

No obstante, el detalle pormenorizado según la localidad, puede vislumbrar el poder de tracción que lograron sus intendentes entre los votantes locales.

Aunque quedó demostrado en más de una ocasión que cada elección puede arrojar guarismos bien distintos según su naturaleza, provincial o nacional, ejecutiva o legislativa, estas PASO dejaron expuestas ciertas influencias de los gobiernos locales.

Varios intendentes se mostraron muy activos durante la campaña, con Marcos Ferrer como caso emblemático, ya que el mandatario riotercerense fue jefe de campaña de la propuesta que encabezaron Luis Juez y Rodrigo De Loredo y se lo vio en la primera línea de los festejos del domingo por la noche.

También se pudo observar en ese escenario, al intendente de Hernando, Gustavo Botasso y no parece casual que en su ciudad, Juntos por el Cambio haya logrado el mayor porcentaje de votos dentro de la región con un 61 por ciento.

“Se ha visto evidenciado que los intendentes radicales y de Juntos por el Cambio han dado ese plus que hizo que el Departamento Tercero Arriba haya sido el que mayor caudal de votos le dio a Juez y De Loredo. Es importante esa capacidad de transmitir lo que esta versión más fuerte de Cambiemos puso a consideración de todos los ciudadanos”, destacó el funcionario hernandense.

Con el odontólogo de matriz radical, Rubén Dagum, como máxima autoridad municipal, Almafuerte fue otra de las poblaciones con mayor adhesión hacia las opciones de Juntos por el Cambio, que obtuvieron más de 3357 votos, entre sus candidatos a senadores y diputados, algo más que lo que obtuvieron todas las otras fuerzas juntas, incluyendo la del médico local, Atilio López. De todos modos, Luis Juez sacó apenas 66 votos más que Alejandra Vigo en la disputa por el Senado.

“Creo que en el departamento quedó claro el apoyo a la mayoría de los intendentes del espacio. La gente dio su veredicto y nos dio un voto de confianza a quienes apostamos por este cambio”, manifestó el intendente.

Corralito se salió de la regla y demostró una vez más, ser el principal bastión del gobierno provincial en la región, más allá del relativo peso de su padrón.

Fue la única localidad en la que se impuso Hacemos por Córdoba con un 51 por ciento de los sufragios, por encima del 36 que sumaron juntas las dos principales opciones del sello que predominó en la provincia.

José Scotto fue uno de los intendentes que durante la campaña expresó con mayor fuerza su apoyo a la lista encabezada por Alejandra Vigo y Natalia De La Sota, aunque al mismo tiempo, minimizó el aporte de los jefes comunales en este sentido.

“Hay municipios y comunas con gestiones muy buenas de Hacemos por Córdoba, donde no ganó esta vez y no tengo dudas que si fuera una elección local lo harían. Por eso considero que la influencia de los intendentes no fue muy importante, la gente votó pensando en otra cosa”, afirmó.

En cuanto al resultado de Corralito, cree que “el vecino interpretó muy bien el mensaje que le intentamos transmitir de defender a Córdoba y les vamos a pedir que ratifiquen el resultado en noviembre. Creo que fue un reconocimiento a la gestión del gobierno provincial que no paró de hacer obras en toda la región”.

En Villa Ascasubi, Juntos por el Cambio sumó con todos sus precandidatos, el 48 por ciento de los votos contra un 37 de Hacemos por Córdoba. Aunque de manera individual, Vigo (614) y De La Sota (609) sumaron más adhesiones que Juez (452) y De Loredo (454), respectivamente.

Vale repasar que durante el año, el intendente Fernando Salvi manifestó su adhesión a la línea provincial del PJ y recibió numerosas visitas de funcionarios “schiaretistas”. Su pasado kirchnerista no ayudó a los candidatos del Frente de Todos, quienes apenas superaron el 5 por ciento de los sufragios.

En Tancacha, localidad donde históricamente radicales y justicialistas se van alternando en el poder, pero actualmente gobierna Hacemos por Córdoba con Víctor Vera, Juntos por el Cambio acumuló un 40 por ciento de los votos con sus cuatro listas, contra un 31 por ciento de la alternativa del gobierno provincial, aunque sus candidatas también fueron las más votadas de manera individual. Vigo obtuvo 1043 sufragios contra 814 de Juez y De La Sota 1070 antes 823 de De Loredo.

En General Fotheringham, donde gobierna Mario Moreno tras 20 años de justicialismo, la nota fue el inédito corte de boletas. Juntos por el Cambio resultó la fuerza más votada entre los precandidatos a senadores con 122 sufragios para Juez pero De Loredo solo obtuvo 76 entre los diputados, dos menos que De La Sota. En el Frente de Todos, Carlos Caserio recibió apenas 16 votos pero Martín Gill llegó a 61.

Este análisis electoral no puede dejar al margen el peso del sector agropecuario en la región como una de las causas para explicar la magra cosecha de votos para los candidatos del Gobierno nacional, que en ninguna localidad alcanzó un porcentaje de dos dígitos. Poco pudo hacer para revertir esa antipatía ya histórica, las visitas previas a Villa Ascasubi y Almafuerte, del secretario de Obras Públicas de la Nación, que ahora va tras una banca como diputado.