Se reeditan las obras de Manuel Peyrou, una narrativa dormida

Artes y Espectaculos 12 de junio de 2021 Por Tribuna
Columna de Maxi Carranza
ARTES Libros
Una editorial porteña reedita a Manuel Peyrou

La editorial porteña Libros del Zorzal acaba de publicar las nueve obras (también disponibles en e-book) del escritor Manuel Peyrou, más un nuevo ejemplar titulado Decadencia de la antropofagia. Este último recopila relatos dispersos aparecidos en distintos periódicos y revistas de la época. En síntesis, el decálogo de un autor que por omisión o desidia había quedado desde el siglo pasado al margen del canon académico y del mercado editorial. 

Se trata de las cinco novelas y cuatro libros de cuentos del escritor y periodista, quien nació en San Nicolás de los Arroyos en 1902 -provincia de Buenos Aires- y falleció en Capital Federal en 1974.  De profesión abogado, nunca ejerció la carrera de las leyes sino la de las letras en publicaciones de todo tipo. Fue redactor del diario La Prensa, bajo el seudónimo Septimio y crítico de cine en El Pueblo, otro medio gráfico. También colaboró en revistas literarias como Sur, Los Anales de Buenos Aires, Capítulo, Destiempo, Latitud y Expresión. El rescate y curaduría de la colección fue de Héctor Monacci, licenciado en Letras Clásicas de la UBA (Universidad de Buenos Aires), con el aporte de Oscar Peyrou, sobrino del escritor y crítico cinematográfico. 

Repercusión en los medios

“El escritor apagado que vuelve a iluminarse”, “El Chesterton argentino sin pelos en la lengua que regresa del olvido”, “Un escritor admirado por Jorge Luis Borges: se publica la narrativa completa de Peyrou”, fueron  algunos de los títulos que generó en la prensa la aparición de esta colección. Con Borges tuvo una estrecha amistad y el autor de “El Aleph” le dedicó, al poco tiempo de su fallecimiento, un poema incluido en el libro Historia de la noche. Quizás haya sido la sombra del frondoso árbol borgeano -que todo lo eclipsa- o sus comentarios siempre filosos los que terminaron por condenarlo al ostracismo durante tanto tiempo. De todos modos, sus cuentos no dejaron de  integrar antologías nacionales y extranjeras (“El collar”, “Julieta y el mago”, “Uno en dos”) y  manuales de Lengua y Literatura de secundario como “Muerte en el riachuelo”. En cuanto a la historia de la narrativa  policial, se debe a Rodolfo Walsh haber sacado la primera antología  sobre autores nacionales en 1953, llamada Diez cuentos policiales argentinos. En esta recopilación  figuraba “La espada dormida” un clásico de Peyrou, junto a relatos del propio Walsh y de Adolfo Luis Pérez Zelaschi, entre otros. Si bien el escritor transitó los acertijos del enigma detectivesco, también abordó el misterio y lo fantástico en sus creaciones. Otro relato de Peyrou muy difundido en internet es “La confesión”, un microcuento emblemático del autor.

Decálogo

La obra de Peyrou, fue traducida al inglés, francés, italiano y al griego; sin embargo, la mayoría de sus libros no habían sido publicados nuevamente más allá de las ediciones originales. La colección completa devuelve a los lectores las novelas  El estruendo de las rosas (1948), Las leyes del juego (1959), Acto y ceniza (1963), Se vuelven contra nosotros (1966) y El hijo rechazado (1969). Además, se sumaron los libros de cuentos La espada dormida (1944), La noche repetida (1953), El árbol de Judas (1961) y Marea de fervor (1967). A estos nueve volúmenes se agrega un décimo tomo, Decadencia de la Antropofagia, con textos no publicados antes como libro. 

Por otro lado, en 1985, Borges publicó un artículo en el diario El País llamado “Evocación de Manuel Peyrou”, en el que recordó a su amigo: “En sus primeros textos, como todo escritor que no es un irresponsable, Peyrou trató de ser Chesterton o una escéptica variante de Chesterton. En ´La noche repetida´ y en ´El árbol de Judas´, lo atareó la vieja mitología cuchillera de su barrio, de nuestro barrio, Palermo. Sus últimas novelas reflejan, como resignados espejos, el melancólico decurso de nuestra historia, a partir de aquella revolución de la que esperábamos tanto” recordó Borges en un fragmento de aquella evocación notable.

El detective    

El que hace las veces de sagaz investigador en las narraciones de Peyrou es Pablo S. Laborde, un viejo criollo que vivió su juventud en el campo, donde llegó a ser capataz de una estancia. Según se consigna en el cuento “Uno en dos”,  allí aprendió la ciencia de los “rastreadores”, que en las vastas extensiones de América saben buscar un animal perdido y encontrarlo. Laborde también profetizaba sin equivocarse el estado del tiempo y en las noches oscuras conocía la identidad de los animales por el estilo y tono de su marcha. Luego se traslada a la capital y administra los bienes de unos parientes, al mismo tiempo que colabora con la fuerza policial cuando hace falta. 
    Volviendo a Manuel Peyrou, fue uno de los pocos escritores argentinos que integró la emblemática colección El Séptimo Círculo, creada y dirigida por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en 1945. El libro incluido de Peyrou fue El estruendo de las rosas, en el tomo n° 48, curiosamente el “muerto que habla” en los números de la quiniela. Esta obra está considerada como una de las primeras novelas policiales del país en el siglo XX, en una época de auge para el género. Sin dudas, esta reedición de Peyrou es uno de los acontecimientos literarios de la era pandémica, en un verdadero acto de justicia poética para un autor destacado.

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