“Debemos hacer algo nuevo y abrirlo a la sociedad. Ese proyecto debe estar integrado por todos los sectores: el comercial, el productivo, el de la educación, salud, medios, trabajadores, del campo; debe ser un espacio que represente a toda la ciudad, con gente que tenga una visión nueva: armar un plan estratégico en serio para llevarlo adelante”.

-Como dirigente del PJ en la zona, ¿cuáles son las diferencias de gestión y políticas con Río Tercero?
-Río Tercero es nuestro hermano mayor. Cuando a la ciudad le va bien, muchos van a trabajar allí. Hoy es a la inversa: viene mucha gente de Río Tercero, de Tancacha y de otras localidades a trabajar a nuestras empresas. El sector privado ha crecido y está invirtiendo, porque se generaron las condiciones. Cuando el sector privado necesitó más energía, por ejemplo, yo era presidente de la Cooperativa y con el Municipio logramos hacer una subestación de 70 millones de pesos. No hay posibilidad que nos quedemos sin energía. Somos uno de los pocos que podemos comprar al sistema interconectado nacional. Hay gas, energía, agua en cantidad y calidad, y ahora tenemos como objetivo el parque industrial.

-¿Y Río Tercero?
-En los últimos años veo una desinversión por parte del Estado. Las grandes obras que se ejecutaron, las hizo el Gobierno de la Provincia. No está mal, pero el Municipio hizo muy poco, siendo que tiene un presupuesto importante. Viene de años con un desequilibrio en las cuentas. En Río Tercero se podrían cobrar no más impuestos caros, sino más cantidad. Es una ciudad que tiene vocación de pago de impuestos. En el sector comercial no hay inversiones del Estado para modernizarlo. Las calles Libertad y Vélez Sarsfield están apagadas. No hay inversión del Estado y eso desmotiva a los dueños de los comercios. Hay carteles rotos, despintados, descoloridos. Los edificios feos. Para eso hay fondos a nivel nacional y provincial. Se pueden gestionar junto con el Centro Comercial para encarar obras de remodelación. No puede ser que Río Tercero haya perdido los hoteles más importantes. Cuando esto se active no habrá capacidad de alojamiento, de gente que llega de algunas empresas importantes. El sector gastronómico se viene cayendo. Creo que hay que armar un programa de apoyo para que no se termine de caer, al igual que el hotelero. No hay renovación de ideas. En Río Tercero hay mucho por hacer.

 -¿Cómo se hace?
 -Con la cantidad de empleados que hay, poniendo un buen parque automotor, dándole participación a los centros vecinales. Si estuviese en una ciudad como Río Tercero, los centros vecinales tendrían una activa participación. Alumbrado, barrido, recolección de residuos, y espacios verdes, pueden manejarlos con presupuesto propio en cada centro vecinal. Ellos conocen los problemas y pueden manejar el presupuesto participativo.

 -¿A la región le interesa que Río Tercero mejore?
-Si a Río Tercero le va bien, a Villa Ascasubi le va mejor. En salud para problemas complejos tenemos que ir a Río Tercero. Hay mucha gente que invertía allá y ahora lo hacen en sus propias localidades. El comercio ha crecido mucho en el resto de las localidades. En Río Tercero veo que algunos barrios nuevos tienen las calles abiertas pero por las huellas del auto. Detrás de Tribunales, por ejemplo, no hay ni siquiera alumbrado, ni cordón cuneta, faltan un montón de servicios, los yuyos tapan todo y hay casas que ninguna de ellas valen menos de 100 o 150 mil dólares, con un gran poder adquisitivo. Quién no va a querer que le hagan el cordón cuneta. Si se larga el plan, todo el mudo lo paga. No es tan complicado. Hay que ponerle horas, sentarse y ser didáctico. En los momentos de crisis es donde uno tiene que hablar más tiempo. 

“Cambio”

-¿Hay proyectos políticos a futuro del peronismo o de un sector de él para la ciudad?
-Veo más factible el armado de un frente político, no de un solo sector. Algo nuevo. Hay una vocación de cambio, pero con competidores tradicionales la gente se resiste a votarlos. Debemos hacer algo nuevo y abrirlo a la sociedad. Ese proyecto debe estar integrado por todos los sectores: el comercial, el productivo, el de la educación, salud, medios, trabajadores, del campo; debe ser un espacio que represente a toda la ciudad, con gente que tenga una visión nueva: armar un plan estratégico en serio para llevarlo adelante. Preguntarnos por dónde vamos a arrancar, qué vamos a hacer; en lugar de buscar primero al candidato, hay que armar el equipo y la propuesta. Si le interesa luego a la sociedad, vendrá la gente con nuevas caras. Hay que poner a los mejores para sacar adelante a esta ciudad que tiene un retraso muy importante comparado con Villa María. Nos terminó perjudicando a toda la zona.

-Un nuevo proyecto.
  -Sí, y totalmente superador, pero sin arrancar con los candidatos, sino con un modelo de ciudad, hablando con todos los sectores.

 -Usted, como dirigente, cuenta con una buena imagen en Río Tercero, ¿qué le dice o le pide el vecino, el comerciante, el empresario de Río Tercero?
-Hablo y voy permanentemente. Cuando tuve la oportunidad de estar en el Banco Nación (en Buenos Aires) generé muchas relaciones con los empresarios. Tienen desazón y bronca. Hay gente que se dedica a la educación y no pueden creer que teniendo primero las universidades privadas y hasta los edificios, en pocos meses Villa Ascasubi armó un polo educativo, y ofrece 120 carreras, más que en Río Tercero, y no lo vieron venir. Y todo pasará por quien tenga la mejor conectividad en el nuevo mundo. Será quien tenga mayores posibilidades de crecer. El pilar fundamental es la educación y la cultura. Tuve además reuniones con algunos comerciantes por algunas gestiones, y me decían que cómo van a invertir si cada vez se cierran más y se unifican en un solo sector de la ciudad. Además me planteaban que el Estado podría intervenir para bajar el precio de los alquileres. Hay que intentar algo, porque el centro de Río Tercero era un paseo y un placer recorrerlo. Uno iba a pasear, compraba, almorzaba o cenaba. Ni hablar del parque industrial. No tiene ni gas natural. El gas sobra. La Municipalidad debe ponerse a hacer la obra. Cómo vas a llevar empresas. Está lleno de pozos, ni hablar de los yuyos; no hay iluminación suficiente, no hay un sistema eficaz de cámaras de seguridad. Cómo se puede creer que los empresarios no van a poner plata si hay mejoras. Todo pasa por la credibilidad. No hay un nomenclador sano. Las escuelas están descuidadas. Las maestras me llaman a mí como dirigente para que les consiga pintura. Les digo que existen fondos provinciales y me responden que la plata no está. Veo a la ciudad de Río Tercero en una situación de abandono. Peor que nunca. Hay cosas elementales que se deben hacer: tapar los pozos, cortar los yuyos, levantar la basura en tiempo y forma es elemental. No se puede tener cinco centímetros de arena en las calles céntricas. Los ingresos son un desastre. Por la Savio se ven macetones rotos, adoquines levantados, luces quemadas, malezas al costado. La gente viene a Villa Ascasubi a tramitar las pensiones… Si yo puedo hacer lo que hago con un presupuesto de 110 millones de pesos, imagine Río Tercero lo que podría hacer con 1400 millones. Si yo hago 2000 metros de cordón cuneta, no pueden salir a publicitar 1600 metros lineales, es mínimo de 10 millones para arriba. 
   -Ante ese panorama, ¿usted o un sector político tienen interés en posicionarse en Río Tercero para mejorarlo?
   -Sí, estoy decidido y convencido. Vengo hablando con profesionales, empresarios y comerciantes. Vamos a tratar de presentar un proyecto para la ciudad y vamos a poner a consideración, en nuestro espacio, a hombres y mujeres para contarles cuál es el proyecto de ciudad que queremos en Río Tercero. Y luego veremos que ocurre.