Acompañando al crecimiento de casos positivos de Covid-19 en Río Tercero como ocurre en gran parte del territorio nacional, desde el Municipio también aumentaron el número de testeos.

Vale repasar que la proyección de este 2021 en la ciudad, registra 130 casos durante enero, 142 en febrero y subió a 807 en marzo.

La secretaria municipal de Salud, Silvina Cisneros, precisó que se realiza un promedio de 150 hisopados diarios, de lunes a viernes, sumando los tres puestos de atención para pacientes febriles, en barrios Cabero, Monte Grande y Escuela. “El objetivo ahora es testear para aislar”, enfatizó.

Sin problemas en el suministro de kits -según afirma la funcionaria-, se realizan antígenos que aportan el resultado en 15 minutos para aquellas personas que no presentan síntomas y PCR en el caso de embarazadas, adultos mayores y contactos estrechos. En este último caso, el lapso para corroborar un contagio puede ir de las 24 a las 72 horas.

Cisneros sostiene además que la confianza generada y la buena atención, contribuyó a que la gente se acerque más a testearse.

En ese sentido, también destacó el acompañamiento telefónico que hace el Municipio con personal médico, de aquellos pacientes mayores de 60 años.

En términos de vacunación, si bien aclara que la información precisa corre por cuenta del Hospital, señaló que ya se inoculó a la totalidad del personal de salud y la Policía, como así también a un 50 por ciento de los mayores de 70 años, por quienes se arrancó la campaña. También remarcó que vacunaron a un 82 por ciento de los 476 residentes en geriátricos, incluyendo APAHUD, con ambas dosis. Además esta semana se hizo lo propio con  personas postradas en sus domicilios.

Completar la inoculación en mayores de 70 y continuar con quienes superan los 60, como se arrancó más recientemente, es lo que continuarán haciendo en los próximos días, señaló la titular de Salud.

Aunque no está definido aún cuándo, estima que los mayores de 50 años con comorbidades serán los que seguirán en el esquema de vacunación.
En cuanto a la sintomatología observada, Cisneros señaló que no se observan cambios por ahora, siguiendo un orden de febrícula, dolor de cuerpo, diarrea y compromiso pulmonar para aquellas personas que requieren internación.

En ese sentido, resaltó la importancia de no minimizar esas circunstancias, sobre todo cuando se trata de adultos mayores, porque “de eso puede depender que un paciente permanezca tres días internado con oxígeno y se recupere o sea derivado a terapia”, explicó como ejemplo.

Para Cisneros, ponerse en contacto con el médico de cabecera o con el 103, ante la aparición de síntomas, es tan importante como las medidas ya conocidas de mantener una distancia de metro y medio entre personas, usar tapabocas o lavarse frecuentemente las manos.

Con respecto a la situación particular de Río Tercero, apuntada como una de las ciudades más comprometidas por la pandemia, la funcionaria  prefiere parafrasear al ministro de Salud de la Provincia, quien pidió “no hablar de zonas rojas ni estigmatizar a un departamento como ocurrió con Tercero Arriba porque no se llega a nada si no trabajamos todos juntos”.

Por otra parte, en cuanto a las medidas de restricción, que en esta ciudad ya se vienen aplicando con limitación horaria para circular de noche, cree que pueden haber contribuido para que el aumento de casos si bien es sostenido, no resulte exponencial.

No obstante, advierte que se debe hacer una nueva valoración de los efectos del feriado de Semana Santa, es decir, unos 10 días a contar desde ese período