A las ganas de pedalear, le ponen palos en las ruedas

Locales 23 de enero de 2021 Por Tribuna
La demanda se sostuvo a pesar de fuertes aumentos en los precios pero la falta de reposición opaca las expectativas de los comerciantes.
LOCALES - Bicicletas

De manera progresiva, en los últimos años, las bicicletas fueron recuperando protagonismo a la hora de movilizarse.

La búsqueda de mayor bienestar físico es un fenómeno que parece fortalecido en épocas de pandemia y esto ha impactado en distintos rubros.
En medio de un escenario inesperado como el que comenzó a experimentarse el año pasado, también hubo consecuencias económicas benévolas, como ocurrió para las bicicleterías.
 Los principales referentes en la ciudad, ya con bastante tradición en lo suyo, coinciden en admitir que se produjo un notable incremento de las ventas y en cierta medida se mantiene.

Igualmente, entre los efectos de la devaluación y las complicaciones para producir, no resultaron inmunes a la falta de stock como casi todos los sectores de la economía nacional. Este cóctel afectó notablemente a los precios y la posibilidad de atender una demanda sostenida.

Daniel Pobor, de Zona Bike, sostiene que “el mercado está colapsado” ya que la actividad, sobre todo con fines recreativos, venía en ascenso desde antes de la pandemia.

 “No se necesita de un lugar determinado y aunque no hubo carreras últimamente, mucha gente que hacía otras actividades no permitidas durante la cuarentena, se volcó al ciclismo”, analizó.

 Ni siquiera la disparada en los precios logró frenar el fenómeno, asegura Pobor, reconociendo que en algún momento llegaron a costar el triple que hace un año atrás y ahora bajaron al doble.

De todos modos, aclara que este incremento no necesariamente resulta proporcional a la rentabilidad del comerciante que está a merced de la devaluación y en muchos casos, la “especulación” de los exportadores. Con una industria nacional que no da a basto, la dependencia externa parece el único camino para “stockearse” y el desabastecimiento también alcanzó a los repuestos.

 Aunque el nivel de ventas está por encima del promedio histórico desde hace ya varios meses, su evolución parece ser constante y no se produjeron los “picos” experimentados durante las fiestas de fin de año, como solía ocurrir.

El estilo “mountain bike”, rodado 29, lidera claramente la preferencia de los clientes, seguido por las bicicletas de ruta, más ligadas a la competencia. Su valor no ayuda a que resulten un regalo muy frecuente para los más pequeños.

Como no podía ser de otra manera, las ventas on-line se han potenciado por estas épocas de contactos personales reducidos.     Sin embargo, Pobor aclara que el éxito de esta metodología está condicionado a ciertas variables. Por un lado, asegura que demanda atención “full-time”, dado que la mayoría de los pedidos se realizan por fuera del horario comercial, cuando la gente tiene más tiempo.

Otro aspecto fundamental es el tiempo que lleva posicionarse. En su caso, acumula ya una década de comercio electrónico pero los resultados ya están a la vista. Con una facturación similar a la del local físico pero menores costos fijos, logró ampliar su cartera de clientes a casi todas las provincias argentinas, según destaca.

Alejandro Pereyra, de la bicicletería El Cairo, apunta que con la llegada de la pandemia, las ventas se duplicaron pero ya se está produciendo cierta merma, producto de la situación económica.

También reconoce que “muchas caras nuevas” se sumaron entre los clientes, por la imposibilidad de practicar otros deportes.

No obstante, señala que el “veranito” no resultó tan beneficioso como puede imaginarse desde afuera, debido a problemas de reposición que impidieron atender la creciente demanda.

Una producción nacional escasa y el aumento de los fletes para importar, generaron variaciones en los precios de hasta un 150 por ciento en los últimos meses, teniendo en cuenta que en muchos casos se necesita del dólar billete para las compras, advierte Pereyra.

Lamentando que esta situación no permita aprovechar de mejor manera la intención de compra reinante en el mercado, espera que la situación pueda normalizarse recién en abril o mayo.

En esta tradicional bicicletería de la zona céntrica, también observan que los modelos “mountain bike”, rodado 29, son los de mayor salida, con precios que arrancan en los 60 mil pesos.

Agustín Cantarero, propietario de El Rancho del Biker, es otro comerciante que observa un crecimiento mundial en el uso de la bicicleta, que se inició bastante antes de la pandemia, hace más de una década, calcula.

Su experiencia está más ligada a la reparación y preparación competitiva pero en cuanto a la comercialización en la que incursionó con mayor fuerza en agosto pasado, señala que la disparada del dólar elevó notablemente los precios de productos que en su gran mayoría son importados, frenando el ritmo de las ventas a partir de octubre.

Aunque señala que hubo un repunte en las fiestas de fin de año, eso no se tradujo en más ventas de bicicletas para niños, como podría suponerse. Con precios que arrancan en los 20 mil pesos, “no cualquiera puede hacer ese regalo”, admite.

Las gamas y los precios son muy variados, pero una bicicleta no cuesta menos de 40 mil pesos, precisa Cantarero. El valor se va incrementando en función del material del cuadro, si del acero se pasa al aluminio y de allí al carbono. “Por los valores que tienen las bicicletas, más de uno decide comprarse una moto, aunque sea en cuotas”, reconoce, aunque claro, en esta referencia no están incluidos quienes optan por las dos ruedas para el ejercicio físico y siguen representando el principal “target”.

A diferencia de sus colegas, entiende que el abastecimiento ya se está normalizando, gracias a su política de trabajar con varias marcas.

La venta on-line también forma parte importante de este comercio, incluso desde bastante antes que la tradicional y representa otro caso de un comercio riotercerense con clientes en todo el país.

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