Por una semana más, los municipios de Tercero Arriba estarán bajo las restricciones establecidas en un decreto presidencial.

El departamento integra una lista de seis en la provincia, incluyendo la capital, que pasaron nuevamente del distanciamiento al aislamiento, merced a la delicada situación sanitaria que enfrentan.

En nuestra región, el intendente de Río Tercero fue el único que al menos de manera pública, cuestionó la medida bajada desde la propia Casa Rosada.

En tanto, sus “vecinos”, coinciden en destacar que se trata de una ley nacional a la que hay que acatar y en su mayoría, prefieren reservarse cualquier consideración personal al respecto.

“Es un decreto nacional y hay que respetarlo porque estamos en una situación complicada, aunque creo que igual vamos hacia una probable saturación del sistema, no solo por la falta de camas sino desgaste del personal
de salud”, enfatizó el intendente de Villa Ascasubi, Fernando Salvi.

“Llegamos a esto por irresponsabilidad de los ciudadanos, pero también hay que entenderlos porque se trató de una cuarentena muy larga que afectó demasiado a la economía”, agregó.

Conocida su afinidad con el Gobierno nacional, Salvi defendió las decisiones que viene tomando el presidente Alberto Fernández, afirmando que de lo contrario “habría sido peor”.

El dirigente descargó una batería de críticas contra la anterior gestión de Mauricio Macri, afirmando que “no hizo nada por el sistema de salud, ni ministerio había y ahora nos quiere decir lo que tenemos que hacer”.

No obstante, también se mostró disconforme con el gobierno actual, por no comunicar de mejor manera la situación sanitaria en que recibió el país. Por el mismo motivo, también cuestionó la postura de José María Lopez, como máximo referente de ese espacio político en la región y tomó distancia de Ferrer, afirmando que “no era el momento de expresarse así y politizar el tema”.

Volviendo a su Municipio, señaló que la postura con los comerciantes sigue siendo la de priorizar el diálogo y no ve la necesidad de reforzar controles. “Hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos”, remarco Salvi.

Por su parte, José Scotto, intendente de Corralito, afirmó: “Sabemos que son medidas duras, difíciles y antipáticas pero tenemos que cumplir con la ley”.

Aunque prefiere guardarse su opinión personal al respecto, entiende que “Tercero Arriba está en una situación complicada donde solo tres de los 17 municipios no tienen casos y algunos están bastante comprometidos”.

Igualmente, valoró la rápida reacción del Gobierno provincial a través de subsidios para los sectores más afectados, admitiendo que “no son una solución de fondo pero ayudarán a palear la situación”.

Vale recordar que esta localidad enfrenta el valor agregado de haber vuelto a Fase 1, la semana previa a este decreto nacional y solo llegó a estar dos días sin restricciones de este nivel.

Sobre el acatamiento en su localidad, Scotto señaló que “tanto bares como restaurantes, por nombrar los sectores más afectados, están cumpliendo con los límites de horario, aunque nunca falta el que quiere hacerse el revolucionario”.

Las restricciones recaen sobre bares y restaurantes (solo delivery), gimnasios, natatorios, academias presenciales, cultos, reuniones sociales y familiares.

Con indisimulable resignación, el intendente de Tancacha, Víctor Vera, expresó por su parte que “es un decreto nacional que cada uno deberá ajustar a su localidad, acatándolo pero también escuchando a los diferentes rubros”.

“Detrás de esto hay un equipo trabajando y confío en que no lo hacen de mala fe”, agregó en referencia a las nuevas restricciones.

Sobre la reacción observada en su pueblo, destacó que “los vecinos acatan, es difícil pero un gran porcentaje lo entiende. Siempre intentamos ser flexibles pero priorizando la salud”.

De manera escueta, el intendente de Almafuerte, Rubén Dagum, se limitó a comentar: “Es una disposición nacional que estamos obligados a cumplir, más allá de nuestra opinión al respecto”.

De todos modos aseguró que “se está trabajando con los operadores afectados en esta medida de forma de resguardar la economía y las fuentes de trabajo locales, sin descuidar las medidas de cuidado sanitario”.