Preservar la salud y bienestar de todos los empleados -administrativos, maestranza, enfermeros y profesionales médicos- que integran el Sanatorio de la Cañada Río Tercero y también la de los pacientes, fue la principal premisa de las autoridades de ese sanatorio.

 La crisis sanitaria provocada por el coronavirus impulsó a que rápidamente se implementaran en las instalaciones de la clínica estrictos protocolos de bioseguridad. “Teníamos que llevarle tranquilidad a nuestros pacientes y a todo el personal que trabaja aquí todos los días”, dijo a TRIBUNA el gerente de sanatorio Marcos Martelloto.

“En poco tiempo tuvimos que reacomodarnos a estas nuevas formas de trabajo para continuar con la atención a nuestros pacientes”, sostuvo por su parte Marta Santi, directora médica e infectóloga del sanitorio.
 Antes de que comenzara la pandemia, en el Sanatorio de la Cañada Río Tercero se había comenzado a trabajar en la digitalización de algunos de los servicios que prestan. “Ante esta situación tuvimos que acelerar esos tiempos para continuar trabajando junto a los pacientes. Y la verdad es que obtuvimos una muy buena respuesta de ellos”, afirmó Martelloto y agregó: “Todos los profesionales médicos comenzaron de manera casi inmediata a realizar consultas de manera virtual con sus pacientes”. En ese sentido Santi detalló: “Al principio los pacientes no terminaban de entender cómo funcionaba este sistema y en su eficacia, pero con el paso de los días esas dudas se fueron despejando gracias al enorme trabajo de todos los profesionales que le transmitieron a sus pacientes el mismo nivel de confianza como si fuera una consulta presencial”.

 El uso de herramientas digitales para tener contacto con los pacientes y realizar consultas online, el home office de los administrativos y sacar los turnos de manera telefónica son nuevas formas que ya se instalaron y que llegaron para quedarse post pandemia.

 La implementación del home office y de las consultas utilizando las distintas plataformas digitales no fueron las únicas medidas de bioseguridad que se implementaron. “Todas las instalaciones del sanatorio fueron readaptadas para poder continuar brindando atención a los pacientes pero cumpliendo siempre el protocolo de bioseguridad”, contó Martelloto.

 En un recorrido por las instalaciones del centro de salud se pueden observar las modificaciones que se realizaron para resguardar la salud de todas las personas que circulan por el lugar. Se dispusieron dos ingresos diferenciados, uno para los pacientes que no presentan síntomas compatibles con Covid 19, que está ubicado en el habitual ingreso al sanatorio sobre calle Lavalle 45. “Tuvimos que reacomodar la sala de espera y la mesa de entrada para poder brindar una mejor atención a los pacientes. En cuanto a las atenciones en los consultorios tuvimos que reacomodar los días y horarios de atención para evitar así que se junte mucha gente en la sala”, contó Santi.
 

Por su parte,  a todo el personal que allí trabaja todos los días al ingresar se le realizan controles y entregan los elementos de bioseguridad. “En el ingreso todos pasamos por un consultorio donde una enfermera nos entrega los barbijos, batas, máscaras y demás elementos de seguridad -de a cuerdo al nivel de exposición del profesional- y se nos mide la temperatura y nos realizan una prueba de olfato. A los profesionales que viven en otras ciudades donde sí hay circulación del virus, además de esos controles se les realiza una declaración jurada que luego es enviada al Municipio”, detalló Santi.

 “Desde el primer momento el Municipio convocó a los directores de todos los sanatorios de la ciudad y nos reunimos de manera periódica para compartir experiencias de trabajo en este contexto”,afirmó el gerente del sanatorio.
 
Un espacio diferenciado

 El Sanatorio de la Cañada de Río Tercero cuenta con siete camas destinadas para pacientes con Covid 19. “Estamos preparados para recibir a los pacientes en caso de que se registre algún caso positivo en la ciudad. Para eso tenemos un protocolo de trabajo ya definido que incluye un consultorio diferenciado, ubicado sobre calle Acuña”, expresó Martelloto.

 Ese consultorio externo y las habitaciones donde se atenderán los pacientes contagiados, se encuentran separados de las áreas comunes de la clínica donde se atienden al resto de los pacientes. “Está todo acondicionado para que los pacientes y todo el personal de salud destinado a su atención se sientan cómodos y seguros”, afirmaron