La pandemia de coronavirus que derivó en el aislamiento social que hoy padecemos, colocó en pausa infinidad de proyectos e iniciativas, a las que no escapó, en cierto modo, la actividad política partidaria. 
   El año 2020 prometía un intenso debate interno en la Unión Cívica Radical de la provincia, luego de la dura derrota electoral del año pasado frente al gobernador Juan Schiaretti.

La oportunidad estaba servida dentro del recambio de autoridades del Comité Central y los distritos del interior. Pero la cuarentena cambió todo: las elecciones internas se suspendieron y los mandatos actuales se prorrogaron al menos hasta el 20 de diciembre, según la decisión del Congreso partidario. Mestre había convocado a elecciones para el 9 de agosto, pero la fecha fue considerada inviable para la mayoría dentro de la incertidumbre que marca el día a día de los argentinos.

  Pero la realidad del radicalismo provincial, dirigida por el derrotado exintendente de Córdoba Ramón Javier Mestre, no es la que se evidencia en distritos clave del interior, donde el radicalismo (con o sin aliados) ganó terreno y retuvo el control político y de poder de ciudades importantes como Río Tercero. En Tercero Arriba el radicalismo exhibe con orgullo haber recuperado Almafuerte y Oliva, y conservado Hernando y Río Tercero.
   De todos modos y pese a las restricciones del aislamiento, el Comité local intenta participar vía Zoom de las charlas y debates políticos. 

Unión

 "La tarea que nos vamos a imponer de acá a fin de año, es tratar de arrimar a todos los radicales a que se sumen a la tarea de recuperar la UCR. Estamos juntando los pedazos del radicalismo. No existe la UCR", disparó con contundencia el actual presidente del circuito local Horacio "Tito" Picatto. 

   El dirigente comenzó a encabezar el partido tras la renuncia del anterior presidente, Rafael Prado, actual titular del bloque de concejales oficialistas.

 "A nivel provincial hicimos la peor elección de mucho tiempo. El presidente del partido, Ramón Mestre, sacó el 8% de los votos para gobernador; no existimos. En la medida que no recompongamos el partido, para hacer fuerza desde Río Tercero y el departamento y de ese modo tener una voz más fuerte que se escuche en Córdoba, no vamos a lograr nada". 
 

 "La UCR es una pata muy importante en la institucionalidad del país", reflexionó. 
   Picatto subrayó que la idea de un partido unido es central para llegar mejor parados a la elección interna de fin de año. Y de esa manera lograr que sea el comité el lugar de discusión política de los temas "que molestan a la sociedad". En ese marco, citó la última reforma previsional impulsada y lograda por el oficialismo provincial en tiempo récord, cuando los derechos de los jubilados fue un tema de "bandera" de la UCR. Una "bandera" que no se debería haber volteado", dijo. 
   "El partido debe ser comprendido por la sociedad, para que no estemos como hasta hoy discutiendo solo nombres de dirigentes. Hay que discutir ideas, propuestas y políticas, y no nombres de dirigentes", dijo. 

   -¿Cree en la autonomía política de la UCR o la observa trabajando dentro de un frente o coalición como fue Cambiemos?

   -Creo en su autonomía. Pero tranquilamente podemos estar en Cambiemos. No debe haber inconvenientes. Pero primero debemos ser la UCR. Hoy no lo somos. Podemos liderar si hay un programa, no solo con nombres de dirigentes. Porque de ser así se transforma en una cáscara vacía. Primero debemos buscar el crecimiento del partido, volver a ser lo que éramos: ese amor y honor por ser radical. Recuperemos eso y luego tendremos tiempo para ver con quién nos juntamos o si lo hacemos, para las próximas elecciones legislativas de 2021.

   -Luego de la derrota electoral del año pasado en la provincia, se indicó que el cambio y el nuevo impulso vendría del interior, ¿lo cree así?
 

 -En primer lugar, la que fracasó fue la UCR, no Cambiemos (en Córdoba). Cuando fuimos con Cambiemos (en la elección presidencial) se ganó con el 60%. El fracaso fue de la UCR (en la elección provincial), porque no supimos entender a la sociedad. Fuimos divididos: tres o cuatro dirigentes que cada uno se abrió por su lado y no les importó el partido sino solamente sus nombres y algunos puestitos. Están acostumbrados a perder, pero perdiendo se aseguran que van a ser diputados o senadores, y siguen teniendo la quinta. Es lo que hay que cambiar. Debemos colocar al partido con vocación de gobierno. En Río Tercero hay vocación por gobernar. Terminamos en una interna  pero luego fuimos todos juntos y la elección se ganó. En la provincia se pelean por los nombres y el partido está vacío de contenido. Estos dirigentes que han fracasado, porque hace 20 años que vienen perdiendo elecciones, deben dar un paso al costado. El cambio debe ser desde abajo hacia arriba. Los que han tenido responsabilidad de conducción tienen que asumir los errores. Deben venir otros dirigentes con otras ideas y ganas, y con una idea firme de ser gobierno en Córdoba. Si Mestre, Mario Negri o Rodrigo De Loredo dicen que quieren ser gobernador, deben explicarle a los cordobeses para qué. 
 

 -¿Qué opina del parate económico actual?
   -Ha dejado al desnudo que no ha existido plan económico a nivel nacional. No se tiene en claro que hay que defender a las pymes, al pequeño productor, al empresario. En este país se mata al tipo que trabaja y a los emprendedores. El Gobierno nacional está paralizado y sin respuesta. Hay que ayudar a los que trabajan, a los que hacen. No digo que no hay que apoyar a los pobres y necesitados, pero sí debemos colaborar con el que produce y mueve la rueda. De lo contrario vamos a seguir empantanados. Si todos vamos a ser empleados del estado, ¿quién va a generar recursos? En los últimos 20 años el estado ha sido una máquina de generar pobres. No se puede vivir sin trabajar, ni acá ni en ningún lugar del mundo. Hay que darle facilidad a los empresarios y emprendedores para que puedan tomar empleados.