Día del Canillita: "No lo cambiaríamos por nada", aseguran

Locales 07 de noviembre de 2018 Por Tribuna
Son trabajadores que recorren la ciudad todos los días diarios y revistas a los lectores. Hoy festejan su día.
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EL día se eligió en conmemoración a la fecha de la muerte del dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez, quien creó el término "Canillita" para nombrar al protagonista de una de sus historias. "Canillita" era un chico que vendía diarios para ayudar a sus padres.

Desde entonces, estos trabajadores se convirtieron en actores necesarios en las calles de la ciudad, no sólo porque son los encargados de llevar las noticias "frescas" a los lectores sino también porque hacen de enfermeros, psicólogos y consejeros, siempre listos para charlar con los clientes del tema que sea, política, religión, fútbol, nada queda fuera. "El secreto está en no confrontar por más que pensemos distinto y seguirle la corriente, aunque sepamos que están equivocados, así el cliente se va feliz y vuelve después porque sabe que acá tiene alguien que lo va a apoyar", dijo Omar del Bianco.

Qué es lo que más les gusta de su trabajo les consultó Tribuna y todos coincidieron en que el trato diario con la gente y poder andar por las calles de la ciudad es lo que más los gratifica todos los días. "A pesar de que tenemos horarios largos y pocos días de descanso lo mejor es llegar todas las mañanas, abrir el quiosco, sacar las cosas y esperar a que los clientes empiecen a venir a buscar el diario y las revistas", afirmó Gerardo del Bianco.

Los hermanos Omar y Gerardo del Bianco se dedican a esta actividad desde hace 33 años. "Empezamos a trabajar juntos, nos gusta lo que hacemos, y después de un tiempo nos dividimos, ahora cada uno tiene sus quiosco, maneja sus clientes y su tiempo. No estamos peleados ni nada, tampoco competimos, solo que creímos que iba a ser mejor así", contaron.

"Me encanta lo que hago, si tuviera la posibilidad de cambiar de trabajo no lo haría, es lo que me gusta y lo que hago desde hace más de 18 años", contó Viviana Núñez. Ella tiene su quiosco en la avenida San Martín al 700 y es una de las pocas mujeres que se dedican de manera exclusiva a la actividad.
Vivi como la conocen todos, realiza el reparto de diarios todos los días en bicicleta. "Tengo clientes desde hace muchos años y eso hace que muchas veces sin que ellos me pidan lo que quieren yo se los guardo o llevo directamente", contó.

Con horarios extensos que incluyen madrugadas desde las 4 de la mañana, las siestas son necesarias y valoradas por todos los canillitas, al igual que conocimientos sobre calles que superen a cualquier GPS son sólo algunas de las características de los canillitas.

"A pesar de que internet se está llevando toda la atención la gente todavía prefiere leer el diario en papel y para eso estamos nosotros, para llevárselo", afirmó José Torres y agregó: "Muchas veces a la gente no le gusta algún artículo de alguna revista o alguna noticia del diario y se queja con nosotros como si fuera nuestra responsabilidad lo que se escribe y al final terminamos explicándole como funciona y se dan cuenta". Torres tiene su quiosco también sobre la Avenida San Martín, al frente de la iglesia de Lourdes.
José es el único canillita de la ciudad que no usa el quiosco de chapa, sino que utiliza  local comercial. "Con la cantidad de cosas que tenemos no podría tenerlo todo en el 'chapón'", contó.

Otro de los canillitas históricos de la ciudad es Elvio "Pipo" Acotto, quien desde hace 20 años se dedica a esta actividad. "Lo que más me gusta de este trabajo es estar en contacto con la gente, hablar y estar siempre a disposición del otro. Muchas veces los clientes nos ven en el quisco, en la vereda y aunque no vayan a comprar nada, se paran a charlar con nosotros y a tomar un mate", dijo. El quiosco de "Pipo" está ubicado sobre la calle Bolívar casi esquina Acuña. A diferencia de otras ciudades en Río Tercero la relación entre los canillitas es muy buena. 

"Nos conocemos desde hace muchos años, cada uno tiene sus clientes y sabe cómo tratarlos y qué ofrecerles para que estén conformes", dijo Del Bianco. "Nos ayudamos entre todos, cuando a alguno se le pierde la planilla de devolución vamos al que tenemos más cerca y se lo pedimos para fotocopiar", bromeó Viviana. "De manera periódica nos juntamos a comer todos, la excusa perfecta es festejar nuestro día. Ya estamos orgnizando la cena para el próximo martes a la noche", contó uno de los hermanos Del Bianco.

"El trato con los clientes es lo mejor"

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Viviana Núñez es una de las mujeres canillita con más años en la ciudad. Lleva en la actividad 18 años, ella anda en su bicicleta repartiendo los diarios y revistas a sus clientes. "Amo lo que hago y si tuviera la posibilidad de cambiar de rubro dentro del comercio, la verdad es que no lo haría", dice segura. "El trato con la gente es lo mejor de este trabajo". "Vivi" como todos la conocen asegura que entre todos los quiosqueros de Río Tercero la relación es buena y de compañeros. "Cuando a alguno le hace falta una revista o alguna planilla de devolución siempre hay alguien que te ayuda".

El "quiosco al frente de la iglesia"

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En la avenida San Martín a metros de la Cooperativa se encuentra el quiosco de revistas de José Torres. A diferencia de los otros canillitas no tiene su quiosco de chapa en la calle sino en un salón comercial. Desde hace quince años se dedica a esta actividad junto a su familia.

"Cuando empezamos no sabíamos mucho, había tantos títulos de revistas que estábamos un poco perdidos", cuenta. Pero José con el paso del tiempo fue ganando experiencia y memorizado no sólo los títulos, sino también los precios de las mismas.

"No es una actividad que implique mucho esfuerzo físico pero sí demanda muchas horas y eso a veces cansa un poco. Pero la verdad que me gusta salir todas las mañanas a repartir los diarios y luego estar en el negocio donde siempre viene alguien a charlar o tomar un café", finalizó.

"Es una actividad familiar, mi mamá con 75  años sigue yendo al quiosco todas las tardes"

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Ivan Sobrero es un renococido canillita de la ciudad de Almafuerte. "Soy la tercera generación de canillitas, empezó mi abuelo, siguió mi papá y ahora estoy yo", contó.
Sobrero destaca que esta es una actividad familiar y que a pesar de que tienen pocos días de descanso no reniega de eso, al contrario "me encanta el contacto con la gente", comenta orgulloso.
"Es lo que elegí y me gusta". Explicó además que reparte diarios en casas y negocios todos los días. "Por más que llueva, haga frío o mucho calor, la gente espera el diario y si no se lo llevamos nos llaman por teléfono o nos escriben por WhatsApp". Otro de los aspectos que este canillita destaca es que esta es una actividad familiar. "Yo me crié en el quiosco dándole una mano a mi viejo. Ahora mi mamá con sus 75 años sigue yendo a ayudarme, cuando las tardes están lindas y no hace mucho frío ella me llama y me dice: 'Ahí voy'. Cuando ella viene aprovecho para salir y dejar revistas o cobrar. Es algo que con el paso del tiempo seguimos compartiendo", dijo orgulloso.

Una pasión compartida entre hermanos

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Omar y Gerardo del Bianco fueron unos de los primeros que comenzaron con esta actividad en Río Tercero. Desde hace 32 años que recorren las calles de la ciudad llevando diarios y revistas a los lectores.
"Empezamos trabajando juntos, nos turnábamos para estar en el quiosco atender y para repartir los diarios", contó Gerardo. "Por estos días se nota un poco la caída en las ventas, sobre todo de las revistas, pero desde las editoriales le encontraron la vuelta con los adicionales, como los autitos por ejemplo", comentó Omar.
Los hermanos desde hace un tiempo decidieron seguir con la actividad pero cada uno por su lado. Decidimos que así sería lo mejor", coincidieron

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