Las salidas son con seriedad e ingenio

Locales 20 de abril de 2024 Por Tribuna
Columna de Opinión Raúl A. Martina Ingeniero Agrónomo M.P. 1442 Asesor Fitosanitario Provincial
F18-1 NOTA MARTINA AGRO
La Chicharrita hace estragos en los lotes de maíz

En esta oportunidad cito para el análisis colectivo, dos situaciones delicadas que nos generan golpes a nivel de la salud y el bolsillo, y analizo las posibles soluciones de salida. 


En la ciudad de Niterói en el vecino país de Brasil, las probabilidades de contraer dengue son mucho menores que en el resto del territorio; debido a un avance inusitado e interesante como ciudad modelo ante la crisis del dengue, que este año es especialmente aguda en nuestro país y el resto de América Latina. Su tasa de incidencia es de 187 casos por 100.000 habitantes, siete veces menos que la media brasileña y que Río de Janeiro (1401 por 100.000 habitantes), según los datos oficiales del Ministerio de Salud de Brasil. Parte del secreto que evidencian estos números, está en la suelta masiva de mosquitos modificados, que los brasileños han apodado como wolbitos. Son una variante de “Aedes aegypti” a la que se les introdujo en laboratorio la bacteria Wolbachia, que reduce su capacidad de transmitir el dengue y otras enfermedades como el zika, la chikunguña o la fiebre amarilla, noticia publicada en el diario La Nación del domingo próximo pasado, donde el profesional Diogo Chalegre, líder de relaciones institucionales del proyecto Wolbachia en Brasil, manifiesta: “Hemos pasado de ser investigación, un experimento, a ser un instrumento de política pública porque el Ministerio de Salud ha adoptado el método”. El mismo consiste en  la inyección de un microorganismo al propio mosquito y la posterior diseminación periódica de millones de mosquitos, tarea que vienen llevando a cabo hace algo más de ocho años, logrando sustituir en Niterói los Aedes aegypti originales (sin la bacteria Wolbachia) por los modificados, los wolbitos, que no contagian, y que el World Mosquito Program cría en un laboratorio de Fiocruz (una institución carioca de salud pública inspirada en el Instituto Pasteur) en Río de Janeiro.


La otra situación delicada, tiene que ver con nuestro sector agropecuario que, hacia finales de ciclo en lotes de maíces tardíos, el panorama comenzó ha evidenciar pérdidas significativas con proyecciones de cosecha alarmantes. Nuevamente se conjugan numerosos factores que nos desafían a seguir de cerca este acontecimiento, entre ellos conocer detalladamente al temible vector “Chicharrita” insecto que transmite spiroplasma y las condiciones que favorecen el incremento poblacional asociado a su devastador modo de ataque. Nuestra provincia estaría perdiendo 6 millones de toneladas de Maíz, y las proyecciones de mermas son desalentadoras. En términos económicos hablamos de alrededor de 1.130 millones de dólares por la caída en la producción según datos publicados por la Bolsa de Comercio de Córdoba. El conocimiento en este tipo de eventos es clave, el intercambio de experiencias con países que tienen años de estudios y prácticas probadas con éxito es esencial, los protocolos específicos direccionados por especialistas en la materia son herramientas necesarias sumado a la apertura de visiones con los demás grupos de científicos abocados al problema, consideraríamos que es la vía correcta para su abordaje. Posiblemente, el estudio a detalle, la experimentación, el uso del Ingenio, y la observación de nuestros lotes y su manejo, nos proporcionen herramientas para sortear un nuevo obstáculo a la producción. Hay mucho por evaluar del germoplasma actual y será más que oportuno el aporte que la industria semillera brinde una vez más al sector. Por tanto, a estar atentos e informarnos con criterio. Luego de la cosecha “habrá mucha tela que cortar”.


Me despido compartiendo habitualmente una frase, en este caso del talentoso químico y microbiólogo francés, creador de la base científica para la vacunación y de un ingenioso procedimiento que permitió el crecimiento de la industria agroalimentaria, método que nos recuerda su nombre.
  "La ciencia no conoce país, porque el conocimiento pertenece a la humanidad, y es la antorcha que ilumina el mundo". Louis Pasteur

Boletín de noticias