Maxi Carranza

El viernes 5 de abril se estrenó en todas las plataformas Heterotopías, el nuevo álbum de Hernán Iacovino. Se trata de una obra integral, inspirada en este concepto del filósofo y sociólogo francés Michel Foucault (1926-1984). El material, de edición independiente, posee textos de Iacovino convertidos en temas de pop y rock: “estas composiciones se entrelazan con piezas instrumentales que parten de registros sonoros, grabaciones de campo y la combinación de símbolos locales que identifican lugares-espacios reales o imaginarios”, señala la gacetilla del lanzamiento. El trabajo del músico de Buenos Aires ya posee el videoclip de la canción “Entre runas”, filmado y realizado por Cognitiva Films, con el equipamiento técnico de La Torre. En contacto con este medio, el autor habló de la flamante producción discográfica, que se presentará el jueves 6 de junio a las 20 en Paz Arriba (Callao 1082, CABA). Las entradas se encuentran disponibles en Passline, hasta agotar la capacidad de la sala.

Heterotopía y Utopía
Foucault utiliza el término "heterotopía” para describir espacios que tienen capas de significado o relaciones -impensadas- con otros lugares. En general, una heterotopía es una representación física o aproximación de una utopía, que abre la posibilidad de crear nuevos sitios con sus propias lógicas. Hernán Iacovino conoció el concepto del filósofo francés a través de libro En contra de la música. Herramientas para pensar, comprender y vivir la música, del peruano Julio Mendívil, un etnomusicólogo, docente e investigador radicado en Europa: “en realidad, el disco surgió a partir del término de Foucault. Fue un proceso inverso, porque a partir del concepto hice el repertorio. De qué manera las heterotopías atraviesan todo y también a la música. Cuando conocí esa palabra empecé a investigar, ya que en el libro de Mendívil no está muy desarrollada y tampoco cita a Foucault”, señaló el autor a este medio.

Acerca del autor
Hernán Iacovino es un cantautor, compositor y multiinstrumentista de Buenos Aires. Su obra explora los límites entre lo popular-académico y lo analógico-digital, desde un constante proceso de reconversión de lo existente y una búsqueda centrada en lo artesanal. Estudió música con especialización en violín en el Conservatorio Superior Astor Piazzolla, con los maestros Sebastián Masci y Lucrecia Herrero. También desarrolló sus conocimientos de composición junto a Fernando Strasnoy (Universidad Nacional de las Artes). Del 2018 al 2019 formó parte -como violinista- de la Orquesta de Cámara de San Telmo (CABA), dirigida por Gustavo Massun. Además, Iacovino es diseñador gráfico y creador de todas las portadas de sus discos: “para mí el arte es una totalidad y por eso cuando pienso en la música la asocio a una imagen y viceversa. En el álbum Heterotopías quise que el arte de tapa tuviera esa yuxtaposición de un cuadrado verde enigmático sobre una imagen en blanco y negro de un parque. La fotografía la tomé en España y un parque también es un lugar donde se producen heterotopías, porque se resignifica todo el tiempo”, explicó el compositor.

El álbum
Los músicos que participaron en Heterotopías fueron los siguientes: Hernán Flavio Iacovino (voces, guitarras, mandolina, violín, piano/sintetizadores, electrónica), Tomás Ribas (batería y percusión) y Christian Pisani (bajo eléctrico). El álbum se grabó en Vitral Estudio por Hernán Iacovino (autor de todas las canciones y del arte de tapa), quien también se encargó de la producción y mezcla. Las baterías fueron grabadas en La bola Estudio por Ariel Gómez y el mastering lo hizo Toto Strapporava en 3faders Studio. El repertorio es el siguiente: “Los niños del Llullaillaco”, “h1”, “Océanos de olvido”, “h2”, “Pasadizo de nostalgia”, “h3”, “Todo mi pueblo”, “h4”, “Entre runas”, “Utopía” y “Lágrima hacia el amor”. Cabe destacar que Vitral Estudio pertenece al artista y está ubicado en Villa del Parque, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Repertorio
El tema que abre el álbum se titula “Los niños del Llullaillaco” y está inspirado en los cuerpos de tres niños incas, que fueron hallados -tras 500 años- excepcionalmente conservados.  También conocidos como Las Momias del Volcán, se los encontró cerca de la cima de la montaña Llullaillaco (Salta), en 1999. Ahora están exhibidos en el Museo de Arqueología de la capital salteña: “pude visitar el museo y ver a la niña más grande, porque las muestran de a una. Quedé emocionado y empecé a investigar bastante sobre el tema. De ahí sale la canción, con una impronta propia, para que se conozca el hecho. De dónde venimos y que no nos olvidemos de nuestras raíces ancestrales, que siempre estamos negando”, comentó Hernán Iacovino. Otra composición destacada, en este caso con referencia futbolera, es “Todo mi pueblo”: “habla de los festejos del último mundial de fútbol. El fenómeno que se generó y la sensación de abrazarte con cualquiera en la calle, cual utopía. No hay nada más heteronímico que eso, una manifestación multitudinaria en la cual no hubo ningún disturbio”, comentó Iacovino.

Puzzle sonoro
En busca de una voz propia, el compositor explora -y desafía- los límites de lo popular y lo académico desde el amplio abordaje sociológico de las heterotopías. De alguna manera, el flamante trabajo es una síntesis entre Cartas hacia ningún lugar (un EP más cancionero) y Aleatoriedades de la música no escrita (producción que compila improvisaciones libres con diferentes instrumentaciones) sus discos anteriores como solista. Ahora presenta una obra singular que escapa de las etiquetas con un lenguaje particular. Piezas sonoras que se conectan en este álbum conceptual, un formato casi en extinción en estos tiempos de plataformas y reconfiguran un universo personal.